De la noche a la mañana, descubrí que
Will Eisner era el mejor dibujante de la historia. ¡Joder! ¡Yo
pensaba que era Ibáñez! ¿Quién ha cambiado el guión mientras iba
por un café?
Parece ser que Will Eisner dio con unos
procedimientos gráficos que dotaban al cómic de otra dimensión.
¡Canastos! ¿Por qué no sabía yo esto? A mi, que me gustan tanto
los cómics, me va a encantar este tal Will Eisner.
Pues chico, me parece un coñazo. Qué
quieres que te diga. Su personaje The Spirit se supone que es el no
va más, pero a mi me parece una historieta de espías dibujada por
un pureta. Por ejemplo, que en una viñeta que está lloviendo se
derritan sus bordes como si estuvieran mojados lo elogian hasta el
extremo. ¡Tío, pues a mi no me parece tan guay! Me parece facilón.
Vale que cuando Will Eisner dibujaba
esto seguro que era el no va más. De acuerdo. Pero yo soy joven,
moderno, a mi sólo me gustan las últimas novedades. ¿Por qué
tengo que adorar a un paisano sólo porque lo diga un libro?
Una vez, en un blog de una empresa en
la que trabajaba (también le eché huevos, por otra parte) puse a
parir una peli antigua en blanco y negro que había visto porque me
pareció un coñazo. ¡Me lo pareció! Pues resulta que en los
comentarios un fan de tal película (debía tener 140 años el tío)
se enfadó mucho conmigo porque había tocado su tótem, su Santo
Grial.
Coleguilla, mi buen amigo, estamos ya
en 2017. Hemos atravesado el Apocalipsis. Los coches se conducen
solos. Me temo que ese rollo de ponerse como una niña porque toquen
esa cosa que tanto aprecias está pasadillo de moda. No digo que no
joda, digo que te tienes que aguantar. Yo estoy todo el día rabiando
porque la gente no dice más que gilipolleces. ¿Pero ataco a
alguien? ¡No! Lo uso como material para mis geniales disquisiciones.
Si en estos tiempos no tienes bien
entrenado el músculo molón, ese del que no hablan en los manuales
de biología, estás perdido. Vives en un mundo de millennials que
han crecido criticando las cosas de los demás y adorando las suyas.
Somos guerreros de la molonidad. Hemos trabajado en defender nuestras
ideas, no nuestro territorio. ¿Crees que puedes venirnos con un
berrinche porque hemos tocado tu cosita chupi? Vete por ahí.
Si no puedo tocar tu cosita chupi ¿cómo
voy a corregirte cuando te equivocas? Ah, que tú no te equivocas
nunca. Se me olvidaba.
En vez de estudiar tantos libros
teníamos que haber estudiado en la academia de Operación Triunfo,
donde te meten una caña que lo flipas hasta que puedes mantenerte en
pie tú solo. Si no has pasado por la academia de OT no tienes
futuro.