miércoles, 12 de abril de 2017

La narración gráfica

De la noche a la mañana, descubrí que Will Eisner era el mejor dibujante de la historia. ¡Joder! ¡Yo pensaba que era Ibáñez! ¿Quién ha cambiado el guión mientras iba por un café?


Parece ser que Will Eisner dio con unos procedimientos gráficos que dotaban al cómic de otra dimensión. ¡Canastos! ¿Por qué no sabía yo esto? A mi, que me gustan tanto los cómics, me va a encantar este tal Will Eisner.

Pues chico, me parece un coñazo. Qué quieres que te diga. Su personaje The Spirit se supone que es el no va más, pero a mi me parece una historieta de espías dibujada por un pureta. Por ejemplo, que en una viñeta que está lloviendo se derritan sus bordes como si estuvieran mojados lo elogian hasta el extremo. ¡Tío, pues a mi no me parece tan guay! Me parece facilón.


Vale que cuando Will Eisner dibujaba esto seguro que era el no va más. De acuerdo. Pero yo soy joven, moderno, a mi sólo me gustan las últimas novedades. ¿Por qué tengo que adorar a un paisano sólo porque lo diga un libro?

Una vez, en un blog de una empresa en la que trabajaba (también le eché huevos, por otra parte) puse a parir una peli antigua en blanco y negro que había visto porque me pareció un coñazo. ¡Me lo pareció! Pues resulta que en los comentarios un fan de tal película (debía tener 140 años el tío) se enfadó mucho conmigo porque había tocado su tótem, su Santo Grial.


Coleguilla, mi buen amigo, estamos ya en 2017. Hemos atravesado el Apocalipsis. Los coches se conducen solos. Me temo que ese rollo de ponerse como una niña porque toquen esa cosa que tanto aprecias está pasadillo de moda. No digo que no joda, digo que te tienes que aguantar. Yo estoy todo el día rabiando porque la gente no dice más que gilipolleces. ¿Pero ataco a alguien? ¡No! Lo uso como material para mis geniales disquisiciones.

Si en estos tiempos no tienes bien entrenado el músculo molón, ese del que no hablan en los manuales de biología, estás perdido. Vives en un mundo de millennials que han crecido criticando las cosas de los demás y adorando las suyas. Somos guerreros de la molonidad. Hemos trabajado en defender nuestras ideas, no nuestro territorio. ¿Crees que puedes venirnos con un berrinche porque hemos tocado tu cosita chupi? Vete por ahí.


Si no puedo tocar tu cosita chupi ¿cómo voy a corregirte cuando te equivocas? Ah, que tú no te equivocas nunca. Se me olvidaba.

En vez de estudiar tantos libros teníamos que haber estudiado en la academia de Operación Triunfo, donde te meten una caña que lo flipas hasta que puedes mantenerte en pie tú solo. Si no has pasado por la academia de OT no tienes futuro.