jueves, 20 de abril de 2017

Uni Posca

No me gusta mucho comprar por Amazon. Ya ves. A ti te encanta, a mi no me gusta nada. ¡Bueno! No podíamos coincidir en todo.


Sin embargo tampoco quiero permanecer completamente ajeno a lo que pasa a mi alrededor, más que nada por entretenerme. Así que he descubierto unas tarjetas prepago de Amazon en el Vips con las que sí me gusta comprar. Yo soy muy analógico, superpoco digital.

Con una de esas tarjetas de 25 € compré esta caja de Poscas, que son unos rotuladores de calidad a un precio sospechosamente decente. Llegué a sospechar que podían ser falsos. Pero no, son auténticos. Más que auténticos: son japoneses. No hay nada más auténtico que un Posca japonés.


La caja me salió a 17 € y vienen 8 rotuladores. En Wallapop si los encuentras a 3,50 € la unidad monta una fiesta. Como ves, si me rebajo a comprar por Amazon, al menos lo quiero hacer excepcionalmente bien.

Con los 8 € restantes compré canciones de videojuegos, que es una afición que tengo ahora. Es lo que está de moda. Me ponga como me ponga, yo siempre estaré de moda. ¡Qué desgracia! ¡Qué tragedia!


Estar de moda constantemente es agotador. Todo el mundo te mira, todo el mundo quiere un trocito de ti. ¡Cómo entiendo a Michael Jackson! Michael siempre se quejaba de que los fans no le dejaban en paz. Y es que es muy pesado. De verdad, no quieras la fama. Hay que estar genéticamente preparado para ella.

Ahora todos los chicos jóvenes quieren ser famosos, lo mismo que antiguamente querían ser... ¡No sé! Otras cosas. Pero ahora todo el mundo quiere ser famoso. Cuando eres famoso todo el mundo se inclina ante ti y los errores cometidos por tus padres en tu educación se minimizan. Y, por un rato, crees que eres grande aunque seas pequeñito.


Es cosa de los tiempos. Los chicos jóvenes van donde va Vicente, no tienen criterio, no tienen firmeza, no tienen saber estar. Es lo malo de ser joven y a la vez lo bueno, porque siempre vas donde te lleva al viento, quedando tu responsabilidad personal disuelta.

Ahora los chicos quieren ser famosos. ¡Bueno! Pues habrá que dejarles. ¿No? ¿Qué vamos a hacer? ¿Enfadarnos?