¡700 pavos! Hay que estar muy orate
para lanzar semejante engendro al mercado.
O sea, que la gente busca comida en los
contenedores y tu idea genial es un aparato de 700 €. ¡Tú eres
bueno!
Es evidente que tú eres una persona
inteligente. Tú desoyes todas las alarmas del sentido común y
sigues adelante en tu aventura, porque de todos es sabido que el
sentido común es enemigo de la genialidad. Los genios son gente muy
rara, excéntrica, muy alejada del sentido común, que es un sentido,
como su propio nombre indica, para las masas.
Chico, no sé, la realidad virtual ha
fracasado demasiadas veces. Yo no invertiría mi escaso dinero en
algo con tan malos precedentes. Si por lo menos te quedase un aparato
de 180 € te daba la razón. Pero si me vienes pidiendo 700 pavos
permíteme que me ría a carcajadas de ti.
Pero vamos, si no me haces caso a mi
hazle caso a la evidencia. Oculus Rift está expuesto en una vitrina
junto a las escaleras del sótano de la FNAC. Es decir, donde se
exponen los fracasos. Yo ya no sé qué más pruebas quieres, chico.
Sin embargo estoy muy a favor de
Project Scorpio. ¿Por qué? ¡No sé! Yo no pienso las cosas. Yo
sólo sé lo que mola y lo que no. Y lo que mola tiene éxito y lo
que no mola no. Nada más.
De verdad, me gustaría explicar todo
esto con palabras. Pero me temo que sería demasiado largo. No tengo
ganas. Tendrás que fiarte de mi, como un buen perro.
Es más fácil decir que esto mola y
esto no. Cuando veas las cosas tal cual son empezarán a sobrarte
todas esas ideas idiotas sobre las que cimientas tu vida. Tú hazme
caso a mi y no pienses. Te irá mucho mejor.
No te preocupes, tengo tu educación
completamente diseñada. Simplemente te tienes que callar un poco
para dejar de decir tonterías. Del resto me encargo yo, perrito.