Hay muchos anuncios, pero mi favorito
de todos los tiempos seguro que ni sabes cuál es. Era uno de BMW
Serie 7 que, como locución, usaba un pequeño fragmento de este
libro.
El BMW Serie 7 era una berlina
hardcore, un coche impresionante. Digamos que era un coche perfecto,
imponente. Así que el coche hablaba en el anuncio como si fuese un
robot. No-con-sí-la-bas, era un robot que le decía a un humano por
qué un robot es superior y un humano inferior.
En el anuncio el BMW Serie 7 les decía
a los humanos todas sus debilidades: el material del que están
hechos es blando, y su energía depende de la oxidación ineficiente
de la materia orgánica. Entran cada noche en un estado de coma y
sueñan. Pero ¿de qué sirven los sueños si casi nunca se cumplen?
Como veis, todavía me acuerdo de lo
que decía.
Al final de poner a los humanos como
hormigas en coche se confesaba. Decía que, a pesar de ser superior a
los humanos en todos los aspectos, a él le gustaría sentir lo que
sienten ellos. ¿No es bonito? La máquina perfecta quería saber
cómo era ser como un pequeño humano, tan simplón.
Todavía voy de vez en cuando a Youtube
a ver el anuncio del BMW Serie 7.
Este anuncio salió después de La
Mano. Era la época en la que S,C,P,F..., la agencia publicitaria
responsable de la mejor época de BMW, estaba empalmada consigo
misma. La época en la que yo me dejé caer por allí, en forma de
sencillo becario.
Se podía sentir la magia y yo, como el
BMW Serie 7, sólo quería saber qué es lo que sentían esos
pequeños humanos para estar tan contentos consigo mismos. Al final
lo descubrí pero ¡cáscaras! tampoco era para tanto. Te sientes
mejor haciéndote una paja, te lo digo de verdad, amigo.
Sea como sea, yo de aquella época me
llevé mis primeros anuncitos publicados y el honor de haber estado
presente mientras se gestaba el que para mi es el mejor anuncio de la
historia. No está mal, ¿no? ¿Tú qué has hecho? No, en serio: ¿tú
qué has hecho?