A la gente le encanta esta campaña, a
mi me espanta.
Hubo un tiempo en el que Diesel era la
referencia publicitaria, al menos para mi. Era por 2002, 2003, 2004,
en aquellos tiempos. Diesel decía cosas verdaderamente interesantes.
Te quedabas mirando las campañas pensando en quién sería el genio
que había dado con ese enfoque tan profundo y tan afilado a la vez.
Corrígeme si me equivoco, pero esta
campaña creo que diría de sí misma que es contracultural,
revolucionaria. Que se enfrenta al poder imperante. Temo que eso es
más falaz que una moneda de 3 pesetas. Todo el mundo está de
acuerdo con lo que dice. Nadie está de acuerdo con el muro de Trump.
Estoy seguro de que ni el mismo Trump lo está. Se le calentó la
boca y, bueno, ahora tiene que apechugar. Pero ¿un muro? Cristo, qué
pop letal.
El problema, si es que eso es un
problema, es que la contracultura ha tomado los puestos oficiales de
poder. Trump es un punk, un punk ultracapitalista pero punk al fin y
al cabo. Trump es un cachondo. Yo creo que cada noche se parte de
risa con su mujer de las paridas que dice desde el despacho oval de
la Casa Blanca. Trump ha conseguido lo que todos soñamos alguna vez,
derrocar al director del colegio y que cundiese la anarquía.
Y los niños que compran Diesel son la
versión oficial del mundo. Una versión oficial especialmente
irrisoria, porque piensa de sí misma que es la contracultura cuando
no podría cumplir más normas de educación. Vivimos en un mundo
curioso: lo oficial se ha vuelto underground y lo underground
oficial. ¿No son tiempos increíbles?
Si quieres hacer un anuncio
contracultural de verdad, haz como yo y elogia a Trump. Trump es
cojonudo. Trump es la risa. Yo me pirro por Trump. ¿Tú te
atreverías a decir esto en un bar? No, porque a todos los cuñados
les han dicho que Trump es muy malo y, aunque sean de derechas, creen
que “Trump ya es pasarse”. Así que ni Aznar se atrevería a
elogiar a Trump en público.
Meterse con Trump es tan mainstream que
voy a bostezar. ¡Uuuuuuaaaaaaaah...! ¡Qué sopor!
Yo, con vuestro permiso, voy a hacer
walls y no love. Porque estoy hasta los cojones del love. Todo el
mundo tratándose con respeto cuando están llenos de mierda. ¡Venga
ya! Voy a hacer walls para que todos los retrasados mentales del
mundo no puedan acercarse a mi a contarme sus gilipolleces patéticas.
¡Venga! ¡Largo de aquí! ¡Que estáis
molestando! ¡Joder!