miércoles, 5 de abril de 2017

Maus

Eeeeeeeeeeeeey. Maus. ¿Creías que nunca iba a hablar de Maus? Sí, hombre, lo que pasa es que no me gusta caer en la obviedad, eso es todo.


Maus es la madre del cordero. Yo diría que Maus creó los hipsters. Cuando lo hizo no nos dimos cuenta, porque una semilla de mostaza, aunque luego se convierta en un árbol muy grande, al principio se ve poco. Pero con el paso del tiempo te ibas dando cuenta de que todos los tontolapolla de tus amigos que querían ser guays habían leído Maus. Así que se convirtió en un código secreto, como los cascos del iPod.

Si alguien también había leído Maus, como tú, ese alguien pasaba a ser parte del club secreto. Los guays somos esa raza anfibia que caza por la noche, se nos ve poco pero que haya pocos insectos que te piquen es gracias a nosotros, porque nos los comemos.


Si querías ligar y la que te interesaba también se había leído Maus ¡eureka! ya teníais ese vínculo intelectual tan apreciado en la década de los 20. Luego era una loca, pero de eso ya te das cuenta en la década de los 30.

Maus era un tebeo pero como triste, y lo triste es moderno. La comedia es superpureta. Si quieres ser moderno tienes que estar triste. No por impostura, sino porque tu sensibilidad exquisita se pone triste ante los horrores del mundo.


Y Maus trata justamente de eso, de los horrores del mundo. De los cometidos en la Segunda Guerra Mundial, para más señas. Me pregunto qué tebeo dará testigo de los horrores cometidos en la Tercera Guerra Mundial, nuestra querida Crisis. Imagino que eso ya lo hará un videojuego.

Bueno, miento, ese videojuego ya existe. Yo diría que es The Stanley Parable.


¡Recuerda con alegría cuando leíste por primera vez Maus, querido amigo! Ese día pasaste a formar parte de El Club de los Cinco, ese reservado a los guays entre los guays. Los más guays de todos. La quintaesencia de lo guay.

No sé cómo está el tema de Nuevos Miembros últimamente. Hace mucho que no paso por secretaría. Entiéndeme, secretaría está en la primera planta y yo siempre estoy en la cuarta. Entiéndeme.