viernes, 7 de abril de 2017

Las aventuras de Peabody y Sherman

Me encantan las películas de 7. Son las que más me gustan de todas. Las películas de 7 no te exigen apenas nada y no te dan apenas nada. Calorías vacías. Es decir, la mejor comida de todas. Las calorías llenas son las coles, las cosas que no molan. Las calorías vacías son los Risketos y los Risketos sí molan.


Podrías ponerte Ciudadano Kane, que es la mejor película de la Historia. Por una vez estoy de acuerdo con la crítica: Ciudadano Kane es la mejor película de la Historia. En segundo lugar coloco Jurassic World.

Peabody y Sherman es una película de lo más simpática. De lo más agradable. Peabody y Sherman es como esa vecina guapa pero tampoco muy lista. Va de lista, y ese es su encanto. Si rascas no hay mucho que rascar, pero ¿por qué ibas a arruinar el barniz, lo más importante de tu vecina? Serías tonto.


Si no tuviese aspiraciones en la vida me quedaría con mi vecina sin dudarlo. Basta con cuidarla como a un perrito malcriado. Los perritos malcriados tienen de malo que, entre ellos y tú, se eligen a ellos. Sí, de acuerdo, eso no es muy canino. Vale. Pero a cambio te lamen el culo si les pones en él foie gras. Por el precio de una lata de paté La Piara tienes entretenimiento para toda la noche. ¿Se te ocurre un plan mejor si no tienes aspiraciones en la vida?

Además, cuando eres joven, esos años en los que no tienes aspiraciones en la vida, lo mejor es un perrito malcriado. Así te entretienes. La juventud no es para tener más aspiraciones que las que tienes delante de las narices. ¡Ah, la juventud! Cómo la echo de menos.


Por ejemplo, si yo fuera joven estaría por ahí y no aquí.

Bueno, tampoco la echo tanto de menos, después de todo.


Pero para cuando se acaban las etapas están los sustitutos. Cuando te deja un novio te compras un perro en el que veas lo que veías en tu novio. De toda la vida. He de admitir que este razonamiento me deja muy mal parado y algún día os contaré por qué.

Sherman y Peabody es como la juventud, todo calorías vacías. ¡Todo! Una tienda de golosinas. Unos chinos, a día de hoy.