¿Malasaña ya no te llena? ¿Crees que
la pureza se ha desvanecido? ¿Demasiado niño pijo fingiendo que es
bohemio? Cómo te entiendo.
Si tienes hambre de da real deal te
recomiendo que vayas a Bravo Murillo. No, no el primer cacho; es el
cacho entre Cuatro Caminos y Tetuán. Más pabajo vivimos otros
pijos, los que creímos que Malasaña ya no y nos fuimos hacia San
Bernardo. Pero como yo nací en esta casa no me considero de su
pandilla. Me considero El Auténtico Rey.
Sea como sea, Bravo Murillo es como era
Malasaña al principio: un barrio-barrio donde la gente hace vida de
barrio-barrio. Hay más inmigrantes que baldosas en la acera y los
malotillos se agolpan en la puerta del Sportium. Si no te andas con
ojo un yonki te puede mangar la cartera y las tiendas de superocasión
se amontonan por doquier. El caldo de cultivo de la modernidad.
La modernidad tiene que ver con la
autenticidad y la autenticidad es sucia. La falsedad está llena de
maquillaje para que no se vea la suciedad. La gente de poca categoría
se avergüenza de ser sucia y no puede soportarlo. Las clases
superiores no sólo aceptamos la suciedad como una parte de nosotros
mismos sino que la celebramos, ya que Dios nos creó del barro.
Habría que ser muy soberbio para fingir otra cosa.
Bravo Murillo tiene un Worten, el Media
Markt de los pobres. Tiene Dealz, el supermercado británico
rompeprecios. Y por supuesto tiene un Cex, la tienda de segunda mano
de productos multimedia. Y tiendas de segunda mano normales también
tiene un montón.
No, no he dicho vintage, he dicho
segunda mano; vintage es en lo que se convierte la segunda mano
cuando eres un pijo. Aquí no hay tiendas de ropa de segunda mano,
las hay de cafeteras, tostadoras, relojes despertador. Cosas
necesarias. Hoy hay tanta ropa que abruma. Primark es casi más
barato que Humana. ¿Quién quiere ropa de segunda mano? Un puto
cerdo.
Lo que queremos son enseres de segunda
mano, porque estamos muy mal de dinero pero seguimos queriendo
tostadas para desayunar. Pero una tostadora en El Corte Inglés no
nos la podemos comprar. Así que necesitamos tiendas de segunda mano
no de ropa, que en estos tiempos ir guapo da igual; lo que importa es
darle a tu hija tostadas.
Por tanto Bravo Murillo es el barrio
más moderno actualmente. Porque no tiene maquillaje. Las cosas se
ven como son. No hay lujo más elevado. Puede que tú creas que sí,
pero tú eres idiota. No cuentas.
¿Qué haces que no estás yendo a
alquilar tu primer piso a Bravo Murillo? Ahora es donde está la
movida.