Ah, las pantallas curvas de Samsung. No
hay gloria más vana en El Corte Inglés.
No me entiendas mal: si a tu novia le
han molado estas teles y se ha pillado una, bravo por ella. Claro que
sí. Pero aquí, con todos los respetos, intentamos hilar muy fino.
Así que tu novia, por ahora, la dejaremos de lado. Eso sí, con
doble ración de Fresisuis, para que esté contenta.
Estas pantallas cometen ese pecado tan
millennial, la innovación por la innovación. Si algo funciona no lo
toques. Aunque se te echen los accionistas encima. Intenta resistir
la presión, amigo. Intenta hacer sólo televisores baratos de
calidad. Si logras hacer eso lograrás lo que nadie más sabe lograr.
Ceder a la presión es lo que hacen los
perdedores. Los que no saben cuál es su sitio y se pasan la vida
llamando a puertas de forma aleatoria. ¿Qué ventaja real nos ofrece
una pantalla curva? Real-real ninguna.
Ellos te dicen que es más inmersivo,
porque la pantalla “como que te envuelve”. Pero eso no es verdad.
La verdad es que es una cosa curiosa pero nada más. Y con eso
debería quedar cerrado el debate de las pantallas curvas.
Sin embargo, nos hemos embarcado en una
misión espacial. ¡El futuro es la tecnología! Y como hemos
apostado tanto por eso echarnos ahora atrás haría como feo. ¿Qué
dirían de nosotros en el barrio? Tendríamos que volver con
el rabo entre las piernas, a merced de las burlas de todos. Mira, por
allí va el imbécil que apostó por la tecnología. Así que por
orgullo seguimos adelante en un camino que no lleva a ninguna parte.
Mirad, hijos, yo en la vida he hecho
apuestas muy fuertes. Me he equivocado poco, es verdad, pero cuando
he tenido que aguantar la humillación lo he hecho. ¿Por qué?
Porque me visto por los pies. Está claro que Samsung no lo hace.
Tragar humillado es una lección que,
si todavía no has aprobado, tendrás que aprobar, querida Samsung,
porque esa línea es la que separa a los hombres de los niños. Los
niños siguen emperrados toda su vida en que acertaron; los hombres
lo pasamos bien cuando acertamos y pedimos perdón cuando nos
equivocamos. Algo tan sencillo es, por lo visto, mucho más difícil
que hacer una pantalla OLED curva.
¿Por qué no dejáis esto como está,
un experimento que tuvo gracia pero no tiene más recorrido? ¡Coño,
porque menudo palo! Es eso, no es el NASDAQ.