martes, 18 de abril de 2017

Vivesoy – Nueva imagen

Vivesoy es del Grupo Pascual, así que la imagen es una cosa extraterrestre para ellos. Grupo Pascual mola porque no tienen ningún gusto. Ninguno. Parece que se esfuerzan por hacerlo todo mal. Esa, y no otra, es la verdadera garantía de Grupo Pascual.


Cuando la imagen te importa tres cojones sugieres que a ti lo que te importa es la calidad. Yo sé hacer leche, señores, ordeño vacas que me quedo solo. Eso de la imagen... ¡No sé! Lo veo para zagales de ciudad.

Como no podía ser de otra manera, la nueva imagen de Vivesoy es el resultado de unos señores que no tienen gusto al mezclarse con unos niños de ciudad que han leído alguna revista de diseño. En vez de amalgamarse valores de campo y de ciudad parece que pelean entre ellos. El Señor Pascual dice que eso del diseño son tonterías; los niños de ciudad dicen que el Señor Pascual es un paleto. Y así, sin respetarse en absoluto los unos a los otros, tenemos este resultado magistral.


A mi aunque Vivesoy viniera en un brick completamente blanco me daría igual. Sé que Vivesoy es Pascual y sé que Pascual es El Corte Inglés: puede que seamos así un poco antiguos y tal pero nos dejamos la piel en nuestros asuntos. No sabemos dibujar, no señor; pero usted no ha venido a comprar dibujitos, ¿a que no?

Supongo que siento un enorme respeto por los fachas teniendo en cuenta que soy un rojo peligroso. Yo no valoro a los fachas por su gusto, naturalmente. Los valoro por su eficacia. Van todos a una y consiguen sus objetivos. Como rojo, para mi eso es una entelequia.


Los rojos, personas soberbias, estamos convencidos no sólo de que somos mejores que los fachas, sino que encima estamos convencidos de que somos mejores que otros rojos. Por tanto nuestros ejércitos son un caos, cada uno hace la guerra por su cuenta. Así no se ha ganado una guerra en la vida.

Pero los rojos estamos evolucionando; todos nos hemos dado cuenta de que por separado somos débiles pero juntos somos invencibles. Pero no juntos como en una manifestación de hippies, sino juntos cerebralmente. Conectándonos con nuestras rojas habilidades, sensitivas y mentales. En estos momentos X-Men de todo el planeta se unen instintivamente para asestar el golpe definitivo a un enemigo colosal.


Hemos dedicado estos años a, calladamente, limar nuestras diferencias con otros rojos, que a diferencia de nosotros son insoportables. Y ¡albricias! hemos llegado a un punto en el que son más cosas las que nos unen que las que nos separan. Los fachas, por su naturaleza, permanecen ajenos a lo que ocurre un poco más allá de sus narices.

Supongo que recordáis la historieta de Superlópez “El Supergrupo”, ¿verdad? Ahí Jan ya nos alertó desde niños de que eso de trabajar en equipo iba a ser una cosa difícil. Pues bien, señor Jan, sus enseñanzas no han caído en saco roto. Estamos preparados.