Vivesoy es del Grupo Pascual, así que
la imagen es una cosa extraterrestre para ellos. Grupo Pascual mola
porque no tienen ningún gusto. Ninguno. Parece que se esfuerzan por
hacerlo todo mal. Esa, y no otra, es la verdadera garantía de Grupo
Pascual.
Cuando la imagen te importa tres
cojones sugieres que a ti lo que te importa es la calidad. Yo sé
hacer leche, señores, ordeño vacas que me quedo solo. Eso de la
imagen... ¡No sé! Lo veo para zagales de ciudad.
Como no podía ser de otra manera, la
nueva imagen de Vivesoy es el resultado de unos señores que no
tienen gusto al mezclarse con unos niños de ciudad que han leído
alguna revista de diseño. En vez de amalgamarse valores de campo y
de ciudad parece que pelean entre ellos. El Señor Pascual dice que
eso del diseño son tonterías; los niños de ciudad dicen que el
Señor Pascual es un paleto. Y así, sin respetarse en absoluto los
unos a los otros, tenemos este resultado magistral.
A mi aunque Vivesoy viniera en un brick
completamente blanco me daría igual. Sé que Vivesoy es Pascual y sé
que Pascual es El Corte Inglés: puede que seamos así un poco
antiguos y tal pero nos dejamos la piel en nuestros asuntos. No
sabemos dibujar, no señor; pero usted no ha venido a comprar
dibujitos, ¿a que no?
Supongo que siento un enorme respeto
por los fachas teniendo en cuenta que soy un rojo peligroso. Yo no
valoro a los fachas por su gusto, naturalmente. Los valoro por su
eficacia. Van todos a una y consiguen sus objetivos. Como rojo, para
mi eso es una entelequia.
Los rojos, personas soberbias, estamos
convencidos no sólo de que somos mejores que los fachas, sino que
encima estamos convencidos de que somos mejores que otros rojos. Por
tanto nuestros ejércitos son un caos, cada uno hace la guerra por su
cuenta. Así no se ha ganado una guerra en la vida.
Pero los rojos estamos evolucionando;
todos nos hemos dado cuenta de que por separado somos débiles pero
juntos somos invencibles. Pero no juntos como en una manifestación
de hippies, sino juntos cerebralmente. Conectándonos con nuestras
rojas habilidades, sensitivas y mentales. En estos momentos X-Men de
todo el planeta se unen instintivamente para asestar el golpe
definitivo a un enemigo colosal.
Hemos dedicado estos años a,
calladamente, limar nuestras diferencias con otros rojos, que a
diferencia de nosotros son insoportables. Y ¡albricias! hemos
llegado a un punto en el que son más cosas las que nos unen que las
que nos separan. Los fachas, por su naturaleza, permanecen ajenos a
lo que ocurre un poco más allá de sus narices.
Supongo que recordáis la historieta de
Superlópez “El Supergrupo”, ¿verdad? Ahí Jan ya nos alertó
desde niños de que eso de trabajar en equipo iba a ser una cosa
difícil. Pues bien, señor Jan, sus enseñanzas no han caído en
saco roto. Estamos preparados.