sábado, 22 de abril de 2017

Suzuki Jimny

Al principio creí que se llamaba “Jimmy”, porque este modelo es travieso y le pegaba ese nombre. Pero no: Jimny. Difícil de pronunciar y peor que “Jimmy”.


El modelo me gusta mucho por sencillo y simpático, pero tiene esas alturas y estrecheces tan Suzuki que me dan como miedo. ¿Y si pillo un peralte gordito y me caigo de lado? Todos los Suzuki provocan la misma pesadilla.

Dejando eso de lado, Jimny es un todoterreno juvenil estupendo. El antiguo RAV4 es mejor pero menos juvenil. El actual RAV4 es de cuñado, una vulgaridad.


Una cosa que valoro mucho en un todoterreno es que tenga rueda atrás. Esa es una cosa muy todoterreno, es poco práctico pero lleno de encanto. Demasiada practicidad es como de troglodita, no tiene ningún interés. Hay que ir un poco incómodo pero ir guapo. No me fastidies. No seas gañán.

También te digo que el Actor Secundario Bob vio frustrado uno de sus planes por sucumbir al encanto. Así que equilibra bien ese balance que tienes entre manos.


Me encantaría tener un boogie-boogie para hacerme el surfero por ahí. Compraría una tabla de surf para ponerla en la baca, pero sólo para ponerla en la baca, porque yo de una tabla de surf me caigo antes de montarme. Para esas cosas no tengo ni medio talento. Por eso me ves aquí y no en Tarifa.

A mi me van las cosas chulas, fardonas. Por eso estoy a favor del Jimny.


¿Un Tesla? No los quiero ni ver. Siempre que veo un Tesla por la calle me fijo en quién lo conduce. Y no quiero que me confundan con uno de esos ni de chiripa. De disfrazarme de cuñado pimpín prefiero tirarme al Cayenne, porque a mi de los disfraces lo que me gusta es la pureza. Si me disfrazo de Dracula me haré una túnica de buenas telas, no tiraría con la tela esa de baratillo de las tiendas de disfraces.

Por eso, si me disfrazo de surfero, me gusta hacer las cosas bien. Y yo creo que con un Jimny se hacen bastante bien. ¿Verdad? Pues claro que sí. ¿No te lo he dicho yo ya?