Mi afición reverencial por Movistar+
me está reportando muchos beneficios. Lo más importante de todo ha
sido encontrar un reducto libre de hipsters donde se puede pensar sin
que ondas ultrasónicas aguijoneen mi cansado cerebro.
De todo lo que está pasando
actualmente soy fan de las empresas fachas: Movistar, Santander, El
Corte Inglés... Los “tontísimos” fachas son los únicos que
demuestran haber aprendido algo de la crisis. Se han dado cuenta de
que con el rodillo perdemos todos y han tomado medidas hipster para
mejorar su oferta. Son iguales que antes pero mejores.
Sin embargo los hipsters siguen igual
que antes de la crisis: soberbios, insolentes, sabelotodos... No han
aprendido absolutamente nada. Sus proyectos siguen teniendo el mismo
problema que han tenido siempre: carecen de solidez.
Los hipsters se han pensado que todos
los problemas eran causa de los fachas y que ellos, simplemente, eran
las víctimas. Por tanto en ese eterno victimismo lo que han hecho es
seguir huyendo hacia adelante, como han hecho desde que eran niños.
Ni una Apocalipsis les ha hecho sospechar que, quizás, el problema
lo tengan ellos.
No quiero mencionar nombres comerciales
para no ofender a nadie, pero no conozco ni una sola empresa hipster
que no sea mucho ruido y pocas nueces. En el mejor de los casos
funciona pero ni por asoma funciona como nos prometieron que
funcionaría. No hay nada más devastador para el público que un
espectáculo de luces sin grupo que toque rock & roll.
Si eres aficionado a los videojuegos me
creerás: Peter Molyneux, No Man´s Sky, RiME... Por no hablar de los
proyectos Kickstarter. Los hipsters se han creído que los fachas son
tontos. ¡Eso de levantar empresas faraónicas no tiene ningún
mérito! Los fachas, si han llegado a algo, es por abusones.
La vilipendiadísima Cospedal pidió
perdón por las víctimas del Yak-42; ¿alguien de izquierdas
reconoció que eso tiene mucho valor? ¿Reconoció alguien que
Cospedal lo había hecho espectacularmente bien? No, se rabiaron más
todavía porque el enemigo había dado con la tecla.
Estar eternamente rabioso, bueno, tiene
su coña. Da un barniz guay a tu osamenta. Pero poco más. Así no se
puede llegar a nada grande, verdaderamente grande.
Pero si tu rollo es ser moderno, como
el mío, tienes que estar rabioso. Ese es el germen de la modernidad.
Pero hazlo un poquito mejor. Sólo te digo eso. Fíjate qué poco te
pido.