jueves, 6 de abril de 2017

Fritos XXL

Tampoco es que esto cambie nada. Fritos más grandes con otro sabor ligeramente distinto. Nada nuevo bajo el sol.


Casi prefiero los Fritos más pequeños, porque caben más y a mi me da como más gusto cogerlos. Por otro lado, el sabor a la parrilla de estos no descubre la rueda. Están bien, pero no hay un motivo de peso para que existan.

La experimentación es la madre de la creación. No, es mentira. ¿No lo sabías? Te llevan engañando todos estos años. La madre de la creación es no hacer muchas tonterías y rezar a Dios para que todo salga bien. Esa sí es la madre de la creación, amigo.


Está claro que si le echamos nata, orégano y vinagre al filete obtendremos nuevos sabores. Yo, este verano, traté de freír patatas con aceite de soja en vez de con el de oliva. Para que te aproveches de mi know how, te diré que si haces eso el aceite de soja se convertirá en engrudo y atrapará a las patatas como el chapapote a una gaviota. Te lo digo para que lo sepas.

Experimentar es divertidísimo. Yo hasta diría que es el motivo por el que estamos aquí. Sin embargo, bueno, tampoco vayas a hacer lo del aceite de soja. No sé si me explico.


Para lo del aceite de soja estoy yo, que me encanta que me exploten los matraces en la cara. Pero tú sé más sensato. Zapatero, a tus zapatos. Tú obsérvame ir y venir y dibuja un patrón. Y cuando veas que ese patrón aparentemente errático cuando te alejas se parece y mucho a la sección áurea, vuelve a mi y arrodíllate, insecto.

Yo te lo digo por respetar las jerarquías.


Lo de experimentar es para corazones fuertes. Cuando experimentas, la cabeza se te llena de dudas. Piensas en lo que va a decir este o aquel de ti. Piensas en el ridículo tan espantoso que vas a hacer. Piensas que en el país de los tontos el rey eres tú. Por eso te digo que si no tienes un corazón poderoso que dome tu mente en vaivén no podrás pasar de sota caballo y rey.

Pero, como te digo, para esas labores tan de chérif aquí estoy yo.