Diablos. No se me ocurre un nombre más
heavy metal. Hombre, si me pongo lo saco, pero no tengo ganas. No te
molestes.
Monster es una marca curiosa. La bebida
en sí misma no es que esté muy buena, pero los valores que evoca la
marca son tan hardcoretas que yo creo que se ha aupado con el segundo
puesto de las bebidas energéticas. Burn se ha quedado en nada. Mucho
The Coca-Cola Company pero nada.
No diría que Monster está mejor que
Burn ni que Burn está mejor que Monster. Lo que si te digo es que si
te pillas una bebida energética es para sentir que eres un pasado de
vueltas. Y eso lo consigue Monster y no Burn.
Burn, bueno, pues fueron tibios. E ir
de tibio en el mercado de las bebidas energéticas es hacer el
canelo. Es cierto que cuando salió Burn esto no estaba tan claro,
pero he ahí la gracia, ¿no? Acertar cuando las cosas aún no están
claras. Hoy acierta cualquiera de lo claras que están.
Monster, por su parte, pasó de todo y
se tiró al monte. Al principio parecía una marca bakala (hoy cani)
que se había vuelto loca, pero con el tiempo ha quedado
meridianamente claro que la que apostó bien fue Monster y no Burn.
Red Bull, por su parte, sigue su camino
sin mirar a los lados ya que ella es la reina y la realeza no mira a
los demás, sólo al horizonte. Pero hoy no estamos aquí para hablar
de Red Bull, que de ella ya hemos hablado muchas veces.
Imagino que The Coca-Cola Company, esa
empresa que hace una bebida ya moribunda, pensó que eso de las
bebidas energéticas, bueno, pues podría estar bien. ¿Quién sabe?
Igual sí. Así que hicieron Burn, que no es una apuesta fuerte por
si las bebidas energéticas no lo petan, pero si lo petan así pueden
decir que ellos pusieron en esa casilla una ficha.
Sin embargo hoy la partida está muy
clara: no verás a un sólo adolescente bebiendo Coca-Cola. Todos
beben bebidas energéticas, algunas de las que ni de coña habré
oído hablar. Hoy hay más marcas de bebidas energéticas que marcas
de coches. Lo he dicho un poco así a la ligera pero seguro que he
acertado. Sin querer. Ya ves.
Yo, de ser The Coca-Cola Company, haría
lo mismo que Nintendo: apostar por ser Walt Disney. No tienen mucho
que hacer en el ultraenergético mundo en el que vivimos pero tienen
detrás toda una imaginería. Nintendo ha hecho los Amiibos y está
pensando en abrir parques temáticos, dirigidos a avivar la
imaginación. ¿Qué hará Coca-Cola? Tampoco es que me quite el
sueño.