sábado, 8 de abril de 2017

Power Rangers

Hoy impartiremos cátedra sobre una categoría de películas muy especial: la que el vulgo siempre dice que “es una mierda” pero si te fijas bien te das cuenta de que no está tan mal.


Power Rangers es una serie pretendidamente cheesy, así que decir que “es una mierda” porque es cheesy te delata como mierda a ti. Eso, de entrada.

¡Punto número dos! Si te acercas al cartel, como yo he tenido la delicadeza de hacer, te das cuenta de que los trajes de los héroes no están nada mal. Están bien diseñados y son modernos, sin perder el toque juvenil que distingue a la serie original. ¡Buena señal!


Los monstruos de detrás también están bien. Lo de los trajes no ha sido una casualidad. Se aprecia una consistencia.

Si el proyecto no hubiese sido ilusionante los trajes estarían mal diseñados, porque cuando algo no te ilusiona lo despachas rapidito y pasas al siguiente proyecto. Os creéis que esto de la moda es un asunto baladí, ¿eh? Pues no, exige más inteligencia todavía que el CSI.


Con esos dos datos, ya veis con qué poco, anticipo una película de 7,7. Una película de 7,7 de los Power Rangers equivale a una de 8,8 de JFK. Con JFK las cosas te salen bien sin apenas esforzarte, porque el tema lleva todo el peso. Pero sacar un 7,7 en algo que es poco más que humo exige verdadero talento.

Total, que no os diría que fueseis corriendo al cine a verla, pero sí que podrías llegar a pagar 5,50 € por el DVD de segunda mano. 6,50 € si el Blu Ray.


Igual no tanto, pero bueno, lo que quiero decir es que esta peli tiene pinta de no estar mal. Y una película cheesy que consigue no estar mal tiene más mérito que una no cheesy que está bien sin más. Aquí usamos baremos avanzados.

A mi los Power Rangers me horrorizaban, igual que Bioman, pero bueno. Mis gustos son una cosa y la calidad es otra. No confundamos.