martes, 4 de abril de 2017

Harry Potter and the Half-Blood Prince

Ya no me acuerdo quién era el Príncipe Mestizo. Voldemort, sería. Siempre es todo Voldemort. Qué coñazo, el amigo Voldemort.


Jamás un tipo sin nariz había dado tanto el coñazo.

Voldemort siempre me pareció un villano menor. Los villanos de primera división tienen cuernos, echan fuego por la boca, comen niños, etc. Pero este, por no tener, no tiene ni nariz.


Está claro que la saga Harry Potter está escrita por una mujer, porque está carente de toda imaginación. Los personajes y artilugios que en ella aparecen son como de primera idea, poco inspirados. No me entiendas mal, funcionan, pero cualquier reloj comprado en una tienda de indonesios funciona y no por eso es un Rolex.

Llamar a algo “Polvos Flu” es como llamar a otra cosa “Piedra Pum”. ¿Ves? “Piedra Pum” tiene más gracia que “Polvos Flu”. Aunque intente no tenerla, tengo más gracia que J.K. No es nada personal, J.K., es que los chicos tenemos gracia y las chicas no. Esto es así de toda la vida, que intentéis tenerla cuando crecéis no altera vuestra genética no graciosa.


Y luego que Dumbledore es gay. Vaya por Dios. Para una mujer, el hombre perfecto es gay. Así os va.

J.K. reveló que cuando construyó el personaje de Dumbledore lo hizo pensando en que era gay. Por eso era sabio, ponderado, justo. ¡Cristo bendito! Os han metido unas cosas extrañísimas en la cabeza. Yo gano por bastantes cabezas a Dumbledore en sabiduría, ponderación, justicia. Y no soy gay. Puede que en una temporada me diese el rollo bi-curious, pero al final me he quedado en el equipo de los ganadores.


Querer saber a qué sabe un beso de un hombre le llamamos “bi-curious”. Yo lo llamo sodomía, desesperación, cerdez, pero ¿”bi-curious”? Joder, si coger con un tronco está inventado desde la Edad de Piedra. ¿Que no hay un coño cerca o los que hay son estrechos? Pues nos lo montamos entre tíos. ¿Le dirías a un troglodita todo caliente que es “bi-curious”? Hazlo, pero seguro que te da un garrotazo y te pone el culo como un tomate.

O las tipas vuelven a confiar en los hombres no-gays o estamos perdidos. ¿Cómo haremos bebés entonces? Yo tengo un par de ideas, pero todas se caen. Eso de dar el hálito vital a un objeto inerte no lo he perfeccionado. ¡Ey, yo también tengo mis límites! ¿Sabes?