He aquí mi primera peli en DVD. Mis
primeras pelis en DVD son esta y Matrix. O sea, canela fina. Yo no sé
si esta me la regaló una novia o qué. Lo que una novia me regaló
seguro fue el reproductor de CD-ROM para el ordenador, que imagino
que sería el 486, porque el Pentium III, el otro PC que tuve, ya
venía con DVD. Así que sería para el 486.
Como premio, la dejé porque me pasó
como en la canción de Ella Baila Sola. ¿Por qué ya no es mi tipo?
¿Por qué no es lo de siempre?
¿Por qué ya no me baila un gusano en
la tripa cuando suena el teléfono y escucho su voz?
Será que la rutina ha sido más, más
fuerte.
¡Pero me cuesta tanto decir no a la
cara!
¿Aguanto un poco más... o lo echamos
a suertes?
¡Lo echamos a suertes!
Y pum, la dejé.
Que se joda.
Por aburrida.
American Beauty trata de un tronco que
no puede más. Puto trabajo. Puta mujer. Puta vida. Lo mando todo a
tomar por culo. Me monto una movida para salir de este puto infierno.
¡Algo tendré que inventar! No es tan fácil escapar de Alcatraz.
La peli trata de lo mismo que Matrix y
El Club de la Lucha pero contado desde el costumbrismo.
Personalmente, para llevar a cabo este tipo de evasiones, prefiero la
épica de El Club de la Lucha y la imaginería de Matrix. Pero oye,
si a ti te va más el costumbrismo, no seré yo el que te quite de tu
placer.
A mi es que el costumbrismo me gustaba
más cuando estaba el tercero de B.U.P., cuando me leí Tres
Sombreros de Copa y San Manuel Bueno Mártir. Hay que reconocer que
de todas las mierdas que han escrito nuestros abuelos esas dos no
estaban mal.
Mihura era un mihura, un descojone de
tío. Por aquella época andaba yo flipado con Faemino y Cansado,
máximo exponente del teatro del absurdo de nuestra época, y Tres
Sombreros de Copa me encajó como la última pieza de un puzzle en mi
vida por aquel entonces. Me pusieron muy buena nota en aquel trabajo,
sí.
San Manuel Bueno Mártir, de Unamuno,
me conmovió la tira. ¡Qué desasosiego! Para un cura perder la fe
es una putada como la copa de un pino. ¿Qué luz guiará mi vida a
partir de ahora? ¡Todo mi mundo se derrumba! ¡Dios mío, ya no le
veo sentido a nada!
Ahí había unos simbolismos super
absurdos que yo nunca entendí. Había un lago que era símbolo de no
sé qué mierda que a mi me parecía una tontería entonces y sigo
sin verle la gracia ahora que he crecido. Me temo que muchas de las
cosas que nos enseñaban en el colegio como oro puro no son más que
chorradas glorificadas.
A mi lo que me gustaba de ese libro era
la desesperación que el cura transmitía, súper fidedigna. Dibujé
una portada para ese trabajo con el Corel Draw, ahí, con tres o
cuatro trazos en vectorial, que todavía la tengo en la retina. ¡Qué
bien captaba la esencia del puto libro de los cojones!
A mi lo que más me gustaba de los
trabajos era hacer las portadas. Hacerlos era la excusa para hacer la
portada. Todo lo demás me importaba cero patatero coma.
Y ¡nada! ¿Por qué ahora necesito
estar con mucha gente y cuando estamos solos no le quiero besar?