martes, 23 de agosto de 2016

Los blancos no la saben meter


Este es uno de los casos en los que la traducción mejora el título: White men can´t jump. Ni me compares.


Esta peli se parece a Abierto hasta el amanecer en que tiene dos partes muy diferenciadas, pero no para bien; la primera parte es cuando el blanco y el negro se conocen, se chulean, se hacen socios, empiezan a chulear a los demás y hacen mazo de bromas con las madres todos. Esa parte de la peli es de sobresaliente, un Oscar para White men can´t jump.

Ahora, luego llega la segunda parte. En las películas la cagan cuando aparece la piba. “La piba” debe ser un item que exigen los productores para hacer una película, por rollos de estudios de mercado y tal, porque si no yo no me lo explico. Cuando en cualquier peli entra “la piba” se jode todo el rollo. Como en la vida real, vamos.


¡Con lo que molaría toda la película con los dos vacilando a todo cristo y ganando torneo tras torneo! ¡Ya está! ¡Esa es la puta peli! ¡Eso es lo que todos recordamos de esta puta peli!

Pero no, luego tenemos que meternos en las cenagosas aguas de que el puto blanco es un pringado, que su piba lo desprecia porque es muy fácil de provocar, que el negro le chulea y le deja en ridículo... Buf.


¡Eso no mola! ¡Eso es un puto drama! ¡No me gustan los putos dramas! ¡Yo me quiero reír! ¡La peli se llama Los blancos no la saben meter, por Dios! ¡Uno espera descojonarse desde el principio hasta el final!

En fin, si no fuera por la parte dramática la película sería un 10, pero ahora siempre que la veo en la estantería me pasa la mismo: de primeras dadas me da el subidón y quiero ponérmela, pero luego me acuerdo del puto aburrimiento de la parte de drama y paso de ponerla. Habéis triunfado, de verdad. Mi director´s cut de esta peli sería quitar todo ese cacho de drama, y para rellenar el pedazo agujero que la dejaría, no sé, repetiría varias veces las escenas más graciosas. Así, a capón.


¿Qué más da? Tienen entidad por sí mismas.

“Pero el guión dejaría de tener consistencia”. Pueeeeees... ¡Art nuvó!


Yo qué sé, tío. Déjame en paz, puto pesado.

Y nada, que la peli mola por lo que molan todas las pelis: por los torneos. La peli molaría si sólo tratase del torneo que tienen que ganar estos dos. Ya está. Esta peli tendría que ser como Contacto Sangriento, peli en la que también hay puta piba, pero coño, no se come la mitad de la película, la puta piba. Contacto Sangriento mola porque es un torneo en el que cada luchador es diferente, está el gordo de sumo que es como una montaña, está el delgadito que es super ágil y se mueve como un mono, está el héroe, está Chon Li... ¡Vamos, un puto peliculón! Y la peli trata del héroe superando rivales en el torneo. Ya está.


En esa peli el chino que acompaña al héroe le da buenos consejos, le dice que pase de la piba porque la piba siempre te nubla la vista de los verdaderos objetivos, las pibas son así, esa es su gracia y su maldición. ¡Coño, por fin buenos consejos! Claro, tío, si te dejas embriagar por el perfume de la chati no vas a poder pensar más que en la chati. No hay peor droga, te lo digo yo.

Pues eso tendrían que hacer los productores de Hollywood. Dejarse de tanta chati y darnos más manduca. ¡Coño, que me enseñen esos estudios de mercado donde dice que siempre tiene que estar “la piba”! ¡A los estudios de mercado se les hace decir lo que a uno le da la gana, hombre! ¡Les hago yo otro que demuestra lo contrario!


Tanta piba, tanta piba...