lunes, 22 de agosto de 2016

Link´s Crossbow Training


A ti también te hace falta entrenar, como a Link. Hazme caso. Tienes el síndrome de la estrella que se lo cree de nacimiento. Y no. No, y mil veces no. Vamos, te lo digo porque esas somos dos o tres y tú no estás en el equipo. No pasa nada, yo no sé silbar. En serio, yo no sé silbar.


A mi me pasa lo contrario: me sobra entrenamiento. Cuando uno es grande, pero grande de verdad, es muy humilde. Siempre piensa que es muy osado y prefiere refinar la maquinaria un poco más. No, cómo voy a enseñar esto por ahí. No, no. Mi público merece algo mejor. Y, aunque definitivamente no se lo merezca, tú lo mejoras. Porque tú eres así.

Tú al revés: te emocionas enseguida con cualquier cagarruta. Si yo fundase una escuela exigiría que mis alumnos firmasen una cláusula que les impidiese que se les devolviera el dinero una vez empezado el curso, porque me temo que de no ser así el 99% abandonarían y yo me quedaría sin negocio. Sí, me quedaría con el 1%, con el Pequeño Buda, pero el Pequeño Buda por si solo no paga las facturas. Necesitamos tu dinero, aunque provenga de unas manos tan abominables como las tuyas.


¡Dios mío! ¡Cuántos quejidos y lamentos se oirían en esa escuela! La gente pensaría que es un matadero. Y es que eso es lo que necesitas. Que te haga llorar. Que te rompa de cabo a rabo. El triste chamizo que tienes montado es un insulto para nosotros, para todos los demás. Necesitas que alguien tenga la crueldad de reventarlo, de desgarrarlo. ¿Ves cómo sangras? No, no apartes la mirada. Mira cómo sangras. Hemos empezado.

Yo, que no me corto un pelo, lamería esa sangre y te sonreiría, sádico. Tú entrarías en pánico y empezarías a llamar a tus padres, que te saquen de lo que parecía una escuela y ha terminado siendo la casa del terror. Pero yo te sostendría firme y no diría ni palabra, sólo te haría saber que estás encerrado aquí conmigo y tendrás que intentar algo mejor si quieres escapar.


Jo, tío. Me deleito imaginándote llorar. De verdad.

¡Patético insecto! ¡Tendría que cobrarte un extra por aguantarte los berrinches! Pero afortunadamente para ti eso está incluido en la minuta. Lo tenemos todo pensado. Sabemos exactamente lo que vas a hacer y cuándo lo vas a hacer. Por eso somos tan caros.


Bueno, ¿qué? ¿Ya se ha desahogado el señorito? ¡Menuda niña que estás hecha! ¡Qué mal aguantas las críticas! Si hubieras estado donde he estado yo, no sé, estarías muerto. Viéndote no se me ocurre otra alternativa.

Bueno, va. Espabila. Mira Link, el Héroe de Hyrule: no sé cuántas aventuras y aún no ha dicho ni una palabra. ¡Ni una! Ha pasado las de Caín y no ha dicho nada. No ha maldecido al Cielo, no le ha dicho a sus enemigos que “así no vale”, nada. Un Verdadero Héroe de Hyrule. Te voy a regalar un poster de Link para que te lo pongas en tu celda, porque esto es como una abadía. Aquí no tenemos habitaciones, tenemos celdas.


Lo compraré en Wallapop. Por ti no voy a pagar la tarifa Premium de Amazon, como comprenderás.

Bueno, por fin te he quitado ese barniz barato con el que venías de casa. Vale. ¡Caray, con qué poco te conformas! ¿De verdad creías que con eso ibas a ir a alguna parte? Ahora que he llegado a tu corazón y los dos somos capaces de verlo, pequeño, miserable, insignificante, es hora de hacerlo más fuerte. Porque supongo que no pretenderías alcanzar la Fama con esa mierda, ¿no?


¡Vaya defensa que tenías montada para proteger algo tan nimio! Pero hombrecillo... ¿Cómo te atreves? Da gracias a que sea como Jules, un Hijo de Puta Peligroso, y me haya cargado tu sistema defensivo como un leviatán devora una barquichuela. Porque de haber dado con alguien más débil seguirías engañando a todo el mundo hasta el fin de tus días. Y, lo peor de todo, engañándote a ti mismo.

¡Venga! ¡A pagar, hijo de puta! ¡Que estamos a primeros de mes! ¡Vacíate los bolsillos! Muy bien, buenos billetazos, sí señor. Se nota que eres de buena familia. Claro, por eso estás tan mimado. Por eso no sabes una puta mierda de la vida. Menos mal que tienes pasta, porque si no te iban a dar bien por el culo…