¿Qué se sentirá al ser Spiderman?,
te debes preguntar. No está mal. Es un poco cansado, no te voy a
mentir, pero bueno, compensa.
El traje que me diseñó Steve Ditko es
un poco agobio, eso también es verdad. Con un antifaz con forma de
tarántula iba que me mataba, pero no, me tuvo que poner esta capucha
de cabeza entera. En diciembre está guay, pero en agosto no hay
quien pare.
Lo de que te conozca todo el mundo...
Pues tampoco te creas que me fascina. Mira Batman, qué tranquilo,
oculto entre las sombras de la noche. Pero no, yo tengo que
balancearme entre los edificios como si fuese una atracción de
feria. Saludo y me pongo para las fotos y eso, pero no me vuelve
loco. No te molestes.
Lo de los supervillanos es lo que menos
me preocupa de todo. ¿El Buitre? Un vejete. ¿Doc Ock? Otro vejete.
¿Electro? Un colgado. ¿El Rihno? Un desgraciado.
Y para encima tengo a Gwen Stacy y a
Mary Jane, o sea, que lo tiro.
Luego soy un nerd, que me permite
ganarme la vida bien cuando soy Peter Parker y la sociedad me
respeta. Me respetan de Spiderman y me respetan de Peter Parker.
Chico, es que no puedo pedir más.
El sentido arácnido es una bendición,
siempre me protege de todos los peligros. Va a pasar algo y
“bzzzzzz”, sentido arácnido. Esquivo la farola que se iba a caer
encima de mi y sigo andando.
¡En fin! Que todo bien. Casi estoy más
preocupado por los supervillanos, porque les vaya un poco mejor,
vamos.
El otro día me crucé con Doc Ock y
¡madre mía! ¡Cómo había engordado! Ahí vestido con ese pijama
verde que no le favorece nada, arrastrando los pies como si ya
hubiese perdido todas las batallas. Le saludé así en plan colegas,
pero nada, encima el viejo es orgulloso y me negó el saludo. Si es
que le he acabado cogiendo compasión.
El Buitre es el que más me divierte de
todos. Con esa nariz que sirve de ganzúa, si te has olvidado las
llaves. Tengo que reconocer que lo que me gusta de El Buitre es que
no se rinde, siempre intenta remontar el vuelo. Lo que pasa es que le
ves así tan delgaducho y tan poca cosa que no sé, no puedes evitar
sentir también un poco de lastimilla. Como que ya sabes que nunca va
a conseguir ser un supervillano de primera categoría, como el Doc
Ock, bueno, como fue el Doc Ock, al menos. Pero el chaval sigue ahí
dale que dale.
Creo que fue el primer supervillano con
el que me enfrentó Stan Lee. Le tengo cariño por eso.
Electro está como una puta cabra, yo
de Electro me alejo todo lo que puedo. Estos típicos chicos que
nadie les hace caso te dan como mucha pena y te acercas a ellos a ver
si les puedes echar una mano, pero como están destrozados por dentro
a la que te descuides te pega una descarga de 100.000 voltios y te
jodió el día. Nunca se sabe por dónde te puede salir, es peligroso
porque está completamente a merced del cacao que tiene en la cabeza.
Si veo a Electro por la calle me cruzo
de acera, aunque me haya visto. Prefiero quedar mal con él a que se
le pueda escapar una descarga de 100.000 voltios.
Y bueno, el Rhino hasta me cae bien. Es
un salao. Es ahí brutote y tal pero tiene corazón. A mi los
brutotes de corazón me gustan, lo que pasa es que tampoco te puedes
fiar mucho porque, como es tan brutote, igual se le escapa una
cornada así jugando y te deja la espalda hecha polvo. Así que con el
Rhino bien, pero le tengo un poco a distancia por esto que digo.
Y nada, que así en líneas generales
ser Spiderman está guay. Encima tengo un beso para la historia de
Hollywood en mi haber y para qué quieres más. No todo el mundo
tiene un beso para la historia de Hollywood en su haber.
Total, que bien.