Mi madre le compra a mi gata cosas
delicadas, por eso compra este Purina Pro Plan Delicate. Mi madre es
una mujer delicada, exquisita sin pretenderlo. Es así de natural,
por eso a sus mascotas nos compra cosas delicadas.
Ser criado por una mujer delicada es lo
mejor que te puede pasar en tu vida. Crecerás alejado de la mierda
que cubre el mundo y podrás dedicarte a quehaceres más elevados y
terminarás siendo un miembro muy productivo de la sociedad, como,
gracias a Dios y a mi madre, yo he terminado siendo.
No digo que no me guste revolcarme en
la mierda de vez en cuando, cosa que me fascina, pero lo que sí que
no me gusta es crecer entre la mierda por norma. Comer una grasienta
hamburguesa de vez en cuando está bien, pero comerla todos los días
puede acabar por atorarte las arterias.
Podemos hablar si queréis de la
conexión crucial que hay entre lo más alto y lo más bajo. Como
sabéis, Dios nos hizo de barro. Se supone que el barro es lo más
bajo y, sin embargo, lo más elevado del planeta, que es el ser
humano, está hecho de él. ¿Cómo puede ser eso?
La carne es habitada por el espíritu.
La mierda es habitada por el oro. ¡Carajo! Eso sí que es tener una
visión exquisita de las cosas, ¿no os parece? ¿Cómo alguien no
puede arrodillarse ante Dios ante datos como este? A mi es que no me
cabe en la cabeza.
Ya que no está de moda adorar a Dios
por sencillo amor de un hijo por su padre, dejadme que lo haga al
menos como creativo; como creativo hablo de colega a colega, de tío
que sabe de qué va el rollo a tío que sabe de qué va el rollo. Y
tú, Dios, tío, man, sí que sabes de qué va el rollo.
Tío, man, ¿pero tú como llegas a
ideas tan excelsas? O sea... ¡Carajo! A mi me jode que alguien sea
mejor que yo, pero cuando alguien lo es me tiro a sus pies,
suplicando que me explique un poco cuál es su método, a ver si se
me contagia algo de esa sensibilidad tan superlativa.
O sea, que lo que me vienes a decir, de
alguna manera, es que si todo eres Tú, todo no puede ser más que
divino. O sea que esta mierda que acabo de cagar también lo es. Así
que, en último término, adorar al oro y adorar a la mierda es la
misma cosa, ya que a lo único Verdadero que se puede adorar en toda
la Creación es a ti. Las formas sólo son formas, lo único
verdadero eres Tú. No hay nada más.
Lo de que la mierda es mala y el oro
bueno es un invento nuestro, de los hombres. El oro lo valoramos
mucho porque hay muy poco, pero la mierda, como cagamos por lo menos
una de ellas al día (si tomamos All Bran, si no no) no la valoramos
nada. Pero en un sentido estricto sólo te podemos valorar a ti,
porque no hay otra cosa. Todo eres Tú, incluidos nosotros mismos.
Eso significa que despreciar a la
mierda también es despreciarte a ti. De nada sirve que haga una
catedral de oro puro para adorarte si luego tiro la mierda por el
water. Eso significaría entonces que no me he dado cuenta del hecho
trascendente de que no existe nada aparte de ti.
Según mi punto de vista, y corrígeme
si me equivoco, en el mundo de los hombres tiene más valor, en
último término, adorar a la mierda que al oro. Porque eso manda un
mensaje a mis hermanos que habla del hecho trascendente del que
hablábamos hace un momento, que el oro es un fantasma. Un falso
dios, poniéndome clásico. Por tanto si dedico mi existencia a
reverenciar a la mierda en vez de al oro estaré cumpliendo aquella
misión que Tú me encomendaste, que es limpiar de tinieblas los ojos
de los demás, ya que yo soy capaz de darme cuenta de estas cosas y
ellos no. Por eso me pusiste a cargo de una mujer delicada, para que
yo pudiese tener tiempo y el ambiente adecuado como para ver esto con claridad.
Bueno, pues eso he hecho. Este era el
trato, ¿no? Guay. Pues nada, a ver qué tal va. Son más tontos que
un cortacésped, eso te lo digo desde ya. Yo no sé si se van a
entender un carajo.
Échame una manita, anda. Que yo no soy
Todopoderoso, como Tú.