Al Angry Video Game Nerd no le gusta la
nueva de Cazafantasmas y le acusan de misógino. O sea, que ojo con
Internet. Lo puta que es.
Al chaval no le gusta porque es una
reedición de un clásico de su niñez y eso siempre jode, que cojan
tus joyas y, por un puñado de billetes, las perviertan. A mi la peli
me da buena onda, pero esa no es la cuestión. La cuestión es que el
chaval, por las razones que sea, no quiere ir a verla. Guay. ¿A
quién le importa?
¡A Internet! Porque resulta que la
peli en vez de por cuatro notarrones está protagonizada por cuatro
gachises, así que a Internet no se le ha ocurrido otra cosa mejor
que acusar al Angry Video Game Nerd de misógino. ¡Ole!
No se me ocurre nada más gratuito.
Oye, que no, que es que a mi de los Cazafantasmas me gusta lo de los
80, ahora una peli de los Cazafantasmas me da como tiña, no es nada
más que eso. “¡Ñañañañañaña! ¡A ti lo que te pasa es que
tienes algo contra las mujeres!” Carajo. Lo que hay que oír.
El chaval, que tonto del todo no será,
me imagino, lo que hará, imagino también, es hacer oídos sordos y
preguntarse, en silencio o en voz alta, cómo la gente puede llegar a
ser tan subnormal. La gente mola porque la programas facilísimamente.
Estos que hoy señalan al AVGN son los que hace 20 años les daban a
sus mujeres una paliza de órdago y se quedaban tan anchos, porque la
regla era que “las mujeres y los maricas son malos, hay que
pegarles y humillarles”. Vale. Y ellos, como buenos soldados, lo
hacían. Ya está.
Hoy las directrices son otras. Hoy las
directrices son “mujeres y maricas buenos, hombres que no digan eso
constantemente, a la picota”. Y ellos lo hacen. Como buenos
soldados. No interpretan, no se dan cuenta de que actuando así están
contraviniendo la misma esencia del respeto a las mujeres, porque se
cargan a alguien simplemente porque sí, porque lo ha dicho el
comandante en jefe.
Por eso da lo mismo cuál sea el
zeitgeist de una sociedad en un momento determinado, da igual si la
norma social es que se debe respetar a las mujeres o no. El caso es
que, por alguna razón que, de verdad, todavía no he alcanzado a
entender, debe ser algo genético o algo así, siempre habrá seres
que lo único que quieran es linchar a los demás. Ya está. La
excusa es lo de menos.
Uno se puede perder en razones
psicológicas, falta de afecto, de aceptación, qué sé yo. Pero
chico, yo como que estoy perdiendo la compasión. Tío, si te falta
afecto... Pues te limpias el culo, como hacemos todos cuando no
tenemos afecto. No por eso vamos linchando gente. Te tienes que
aguantar.
¿Cómo se detiene esta plaga? Hombre,
la respuesta evidente es tener una sociedad feliz, cohesionada, que
es lo que hace que la gente pierda las ganas de linchar. Es evidente.
Cuando estás feliz tienes ganas de que los demás también lo estén
para compartir tu felicidad con alguien, pero cuando estás cabreado
quieres que todo el mundo lo esté también porque, oye, lo que
faltaba. Encima de que yo estoy jodido todos estos cantando en las
plazas. Y unas narices. A linchar que voy.
A lo mejor estoy haciendo una montaña
de un grano de arena, pero vamos, que si alguien hace aquí montañas
de granos es el que acusa de misógino a un tío por no querer ver la
última de los Cazafantasmas. Oye, que ha sido todo un cisma en
Internet, esto, últimamente, ¿eh? Que no una broma.
La fama es una putada porque todo el
mundo te tiene ganas. Esa es la verdad. A la gente le jode verte
feliz y tiene ganas de destruirte para sentirse ellos así, al menos,
un poquito mejor. Bueno. Acepto barco. Es triste, es patético, pero
acepto barco.
¿Cuál es mi opción? Como ya he
paladeado en mis carnes las mieles de que te vaya bien y que todo el
mundo vaya a por ti, opto por la discreción. Paso de comerme la olla
con qué le pasa a esta gente, pero qué le he hecho yo, etc etc.
Acepto que vivo entre salvajes y poco más. Hago como cuando voy por
el campo, si veo un jabalí no me pongo a psicoanalizarlo, a
mostrarle mi amor, a hacerle entender que la rabia que siente no está
motivada por mi sino por motivos ulteriores que, si está dispuesto a
compartir conmigo, estoy seguro que se sentirá mejor. No, esquivo al
puto bicho y si lo mata un cazador cuanto antes mejor que mejor.
¿Cínico? Pues lo mismo. Es que le tengo mucho desprecio a estas
personas. Nada más.
Como sabes, vivimos en la era de los
haters. Un hater es un amargado pero dicho en guay. Vamos, tu cuñada
es una hater. En la familia siempre la habéis llamado “la
amargada”, pero si quieres estar en la onda ahora la tienes que
llamar “la hater”. Y como ahora con Internet te puede llegar un
escupitajo en un ojo desde la otra punta del planeta, pues chico,
algo habrá que hacer. ¡Todo el mundo está amargado! A mi me da
asco ir por la calle, las vibraciones que siento son como de
“jooo-deeeeeer cómo está el patio”.
Tu ex está amargada. ¿Tus amigos?
Amargados. ¿Este? Amargado. ¿Aquella? Puf... Lo de aquella es muy
fuerte. Aquella sí que está amargada.
¿Yo? Por la orillita de la calle
rezando para mancharme lo menos posible con vuestro mal rollo. Y si
os mata un cazador, mira, por mi muchísimo mejor.