domingo, 28 de agosto de 2016

Harry Potter y La Piedra Filosofal


Esta es la primera de las pelis de Harry Potter, así que supongo que es especial por eso. Para mi es especial porque la compré en una suerte de Carrefour con una novia en un viaje por carretera.


La moda de Harry Potter ya había estallado, y yo cuando una moda estalla con demasiada fuerza me hago a un lado. Es como las rebajas, que jamás me verás en la puerta esperando a que abran el día de 7 de enero. A mi me verás el 27 de febrero, cuando ya se han marchado todas las marujas. Prefiero encontrar menos cosas que rodearme de marujas apestosas.

A un excompañero de trabajo le dejé impresionado con algo de esto. También es que yo impresiono fácil, por lo visto. Cuando estalló la moda del Neng de Castefa yo, como digo, me hice a un lado. Dejé que todos los garrulos cantasen por las calles “¡Qué pasa, neng!” con desaforada alegría, orgullosos de pertenecer a algo esforzándose tan poco.


A mi el Neng de Castefa me parece un descojone, lo más gracioso que he visto en mi vida, lo que no me gusta son los comportamientos gregarios. Supongo que me parece que tengo demasiada entidad por mi mismo y si me metiera en un grupo fingiendo ser “uno más” le haría un flaco favor tanto al grupo como a mi.

En el grupo llamaría demasiado la atención, todas las miradas irían dirigidas a mi. Y yo, por mi parte, quedaría asqueado del tsunami de vibraciones sin armonía que hay en un grupo del tipo de los que estamos hablando. Soy muy sensitivo y cualquier Perturbación en la Fuerza me afecta de una u otra manera.


Así que con mi forma de actuar ganamos todos, ellos y yo.

El caso es que cuando pasó la moda del Neng de Castefa me remangué y afiné mi garganta: ¡Qué pasa neeeeeeeeeeeeeng! ¡Ahora sí! ¡Cuando los secundarios han salido del escenario es turno del tenor! Coño, Juan, ¿todavía estás con lo del Neng? No, no, yo es que acabo de empezar. Estaba esperando a que acabaseis vosotros, que se os veía tope ilusionados con el rollo. No os lo quería cortar. Pero no me molestes, por favor, que tengo que hacer así con las manos, como un egipcio electrocutándose.


Al compi este de trabajo le dejé todo loco. Es el típico que adora a los genios en su búsqueda fallida de la genialidad. Pues se llevó un apunte, ahí.

Con Harry Potter me pasó igual. Me alejé de él cuando la masa estaba alocada y me acerqué cuando ya se habían calmado las aguas. Encima en ese momento la película ya está rebajada, que es como yo me la encontré.


Y nada, que Harry Potter está muy bien. Me parece una saga un poco mema, como su creadora, pero bueno, se lo pasamos, porque es una chica, y las chicas son, por genética, un poco memas. Es su bendición y su maldición, todo a la vez.

Y que yo veo esta peli y no veo a Harry, veo aquel viaje por carretera. A mi la peli me la suda, lo que me gusta es la chica. Lo único importante en la vida es la chica. La chica lo es todo, la chica es lo que te mueve y hacia lo que vas.


A mi todo me importa un huevo, sólo me importa la chica.