A mi Ben Stiller mñé. Me parece un
tipo disfrazado de Walt Disney que en realidad quiere vengarse de los
que le hicieron de menos en el colegio. Me recuerda a Pablo Motos.
Para mi Ben Stiller y Pablo Motos son la misma persona habitando dos
cuerpos diferentes a la vez.
Para ser Walt Disney hay que haber
hecho las paces con tu pasado. No puedes ir hablando por ahí de la
importancia de la magia y la ilusión cuando en tu interior arde el
fuego de la venganza. Eso te convierte en un farsante y en un Walt
Disney prefracasado. Porque en todo tu trabajo siempre se entreverá
ese resquemor mal resuelto todavía.
Lo que tienes que hacer si quieres
vengarte de tu pasado es vengarte de tu pasado, no hacerte el Walt
Disney. Lo que tienes que hacer es partirle la cara a Biff Tannen,
como nos enseñó Regreso al Futuro, no evitar eternamente ese
enfrentamiento fingiendo que eres el abuelito Papá Noel.
Parece ser que Ricky Gervais le soltó
esto mismo a Ben Stiller una vez a la cara. El pobre Ben se quedó
impresionado, le dijo que nadie había visto su alma con tanta
claridad antes. A mi Ricky Gervais me parece que cojea del mismo pie,
por eso detectó la farsa de Ben, porque también él es un farsante.
Ricky Gervais me encanta en The Office,
el odio que le tenía a sus jefes queda completamente retratado en
esta comedia tan conceptual, tan de plano fijo y, hala, chaval, a
destruirte por dentro sin que yo ni siquiera tenga que mover la
cámara. Sin embargo le he visto en alguna comedia hipster por ahí
como haciéndose el profundo y, caray, no me ha podido revolver más
el estómago.
Esta Cuestión de pelotas, que es lo
que le falta a Ben, me temo, es una peli bastante agradable. Con
Zoolander no puedo pero no por la peli en sí, sino por todo el
fanatismo que ha suscitado después. Como alguien más me vuelva a
venir contándome que Zoolander es una obra de culto puedo estallar.
Que me lo dijeran una vez me gustó. Dos lo soporté. A la tercera ya
estallé.
El mensaje de Cuestión de pelotas es
bueno. Te dice que, tío, no gastes tu vida en un ridículo gimnasio
super chupi intentando construir ese hombre que quieres ser pero no
debes. Vete al gimnasio de Average Joe, que es un gimnasio más
sencillo, más tranquilo, donde podrás hacer amigos y tomarte la
vida de una manera más inteligente. Corre un poquito en la cinta,
haz unas pesitas, tómate un batidito con la chica guapa si tienes la
suerte de poder hacerlo y pa casa, a ver la tele. No hace falta más.
A mi Vince Vaughn me cae bien. ¡Vaya
apellido! ¿Cómo se pronuncia eso? ¿Vggggn? Joder con los putos
ingleses, qué complicado lo hacen todo. Me parece un tipo sensato y
sencillo, como el personaje que representa en esta peli. He oído por
ahí que es muy odiado porque no sabe interpretar, pero a mi me
parece que lo hace muy bien. Que no sea Jim Carrey no significa que
interprete mal. ¡Cómo es la gente! Siempre tiene que andar sacando
peros de todas partes.
Ben Stiller me resulta un poco
irritante por lo que digo, pero bueno, que no exploto ni nada.
Exploto con los que me quieren contar, por cuarta vez, lo que mola
Ben Stiller. Con esos sí que exploto, no con Ben.
Owen Wilson, otro de la pandillita que
no sale en esta peli, me parece un guaperas culoperas que si fuese
chica tendría el chocho derretido con su mera mención. Dicen que el
tronco se pasa la mitad del día con ganas de suicidarse, rasgo común
a las personas con una sensibilidad como la de Wilson. Por un lado te
hace irresistible y por otro te da ganas de suicidarte. Porque este
mundo es demasiado insoportable para una sensibilidad como esa.
El germen del movimiento emo.
El mismo rasgo que Kurt Cobain.
Yo, como ya pasé la oscura línea de
los 27, edad en la que mueren todas las rockstars de estas
características, ya no estoy preocupado. ¡Uf! ¡Qué alivio!
Y nada, que Cuestión de pelotas es una
buena película. Yo porque, bueno, he aprovechado para decir un par
de cosas de otro par de cosas que pienso y que no digo habitualmente,
porque ya me dirás tú cómo vas a hablar de estas cosas tomando
café. Pues no se puede. Ahí tienes que hablar de que le tienes que
cambiar el aceite al coche, porque el aceite es la sangre de un
coche. ¿No lo sabías? Es la sangre de un coche.
Con eso bastaría. Cuestión de pelotas
es una buena peli. Ya está.