Si, como a mi, te gustan los hombres
cachas, esta peli es para ti. En ella Stallone sale con un uniforme
de Tío Cachas Con Éxito Social que te quedas todo loco. ¡Cómo le
quedan los pantaloncitos ajustados en el muslo al gachó! Me pongo yo
eso y, no sé, yo creo que no me quedaría tan bien.
Stallone en esta peli es un Juez, un
poli del futuro que, como todo está manga por hombro, es poli y juez
a la vez. En el futuro no están las cosas para burocracias. Hay
tanto crimen que las cosas se tienen que resolver rapidito, porque si
no no darían abasto. Así que si te pilla el Stallone de esta peli
haciendo de las tuyas vas bien jodido, porque te juzga ahí, mientras
estás robando el reproductor de Blu-Ray y lo mismo te pega un tiro.
Stallone en esta peli es un Juez de
primera categoría, muy justo. Su historial es intachable. Pero
resulta que un tipo que es hermano suyo o no sé que hostias que,
además, también era Juez antes, le hace el lío y queda desterrado.
Total, que Stallone se queda sin ese
uniforme que le sienta tan bien y le echan fuera de la civilización,
a que se busque la vida sin uniforme ni nada. Pero como es tan
cojonudo, pues es cojonudo con y sin uniforme, así que se las
ingenia para que las cosas vuelvan a su sitio y el impostor sea
castigado.
Vamos, un poco lo que nos ha pasado a
todos alguna vez en la vida.
Es una fábula costumbrista, Juez
Dredd, en realidad.
En esta peli salen unos robots de los
que hablé en el primer post de este blog que te quedas loco perdido
de lo que molan. A la altura de los robots malos de Robocop, si no
les superan encima. Son como, no sé, como diseñados por un niño,
que tiene la mente libre de prejuicios y diseña cosas que molan de
verdad, ya que las cosas que molan de verdad son, ya sabéis, como a
uno le salen sin filtros sociales.
Esta peli mola porque es tipo de estas
de los 80 o principios de los 90 tipo Robocop o Terminator o esas
pero que no es tan conocida, no está tan sobada, lo que hace que su
puntuación en el molonómetro suba. Como sabes, que algo esté poco
sobado socialmente implica más puntuación en el molonómetro. Así
que no sé qué haces hablando en las redes sociales de ese
restaurante tan cuco que has descubierto el otro día porque te lo
van a destripar en cero coma.
No digo que no haya que ayudar a la
masa a orientarse en esta jungla de asfalto, pero, caray, algún
oasis resérvatelo para ti solito.
Ya, ya, que eres muy buena persona. Que
no puedes evitar echarle una mano a los más desfavorecidos. No, si
lo entiendo que te cagas, ya te lo digo yo.
Como imagino que ya sabrás, Stallone
para mi es de los mayores artistas de nuestra época. Y me gusta
tanto porque va disfrazado de tío cachas tonto pero que de tonto no
tiene un pelo. Su mensaje no es un mensaje tipo Woody Allen, que hay
tantos mensajes tipo Woody Allen que me va a dar un colapso nervioso
ya. Es un mensaje más de hombre, de los valores que a los hombres
nos emocionan, porque son cosas nuestras. El honor, el valor, la
nobleza, la derrota, el deber, el tirarte encima de una granada para
salvar a tu compañero, esas cosas tan importantes en la vida pero
que en el arte se suelen obviar demasiado.
Claro, como los artistas somos así
como mariconettis pues de esas cosas ni papa tenemos. Pues no,
Stallone sabe latín, de esas cosas, y con su carrera nos enseña
lecciones bellísimas que, más a día de hoy, son cruciales para que
la sociedad pueda avanzar de manera correcta.
Vamos, que Stallone es de mis artistas
favoritos, lo mismo que a ti te gusta, no sé, Velázquez, El Bosco,
Goya, esa peña. Además de más original yo creo que es más
práctico, porque ahora te venden en quioscos las mejores películas
de Stallone por dos putos euros. ¡Vete a El Prado a comprarte
reproducciones de Las Meninas, a ver cuánto te piden! Vamos, y que
con Rambo, por ponerte un ejemplo, estás entretenido hora y media.
Hora y media de estar contento no te la quita nadie. Pero mirando las
putas Meninas... No sé, tío, si te estás hora y media mirando Las
Meninas tú no eres un aficionado al arte, tu eres el loco ese que se
ha escapado del psiquiátrico y que todo el mundo anda desesperado
por pillar.
Las Meninas. ¡Menudo fraude!