Película guapa. Déjate de rollos.
¡Charlie Firpo! ¿Pero tú te crees qué nombre más guay?
Jajajajaja. Charlie Firpo. Anda que no.
Esta peli trata de que Terence Hill es
un marine supercualificado que tiene que detener a un tahur que tiene
un casino ilegal o no sé qué. Así que se busca a Bud Spencer, que
es un tahur que trabajaba para el primer tahur que cuando descubrió
que los juegos estaban amañados lo dejó y se hizo camionero. El
típico malo bueno. Lo que más mola del mundo.
Lía las de cristo para que Bud Spencer
le ayude, cosas que estructuralmente no se sostienen ni con pegamento
Super Glue, pero, ei, qué más da. Lo que mola de las películas de
Bud Spencer y Terence Hill son las bofetadas y Bud Spencer. Bud
Spencer, no sé, es que mola tantísimo que es que... No sé.
Mola cuando Bud Spencer se hace
heladero para ganar dinero para operar al que le dicen que es su
padre y no es (o sea, que es que mira qué guión, es una chorrada
espantosa) y Terence Hill le dice que quiere un helado y le pregunta
qué sabores tiene. Bud Spencer se los dice. Imaginemos que son fresa,
vainilla, piña, limón, chocolate y café.
Pues va y le dice Terence Hill que lo
quiere de pistacho. Bud Spencer se queda un poco loco. ¿Pero te he
dicho yo pistacho? No, mira, tenemos de fresa, vainilla, piña,
limón, chocolate y café. Terence Hill le dice que vale, vale, que
no le había entendido. Así que se lo pide de... ¡Pistacho!
Me estoy descojonando mientras lo
escribo.
Bud Spencer ya se mosquea un poco. Ya
se le encara un poco, a Terence Hill. Oye, tronco, que no. Que me
estás tocando los cojones. Te lo voy a repetir para que te quede
bien clarito: fresa, vainilla, piña, limón, chocolate y café.
Terence Hill se acojona un poco, no es plan de mosquear a una montaña
como Bud Spencer. Así que le pide perdón. Le dice que, bueno, si
esas son las opciones... Lo quiere de dos sabores. Lo quiere de
vainilla y... ¡Pistacho!
Bud Spencer se derrumba. Este tío o es
gilipollas o le está vacilando a saco. Ambas opciones son
descorazonadoras. Terence Hill le anima, venga, hombre, no te vengas
abajo. Es que no te debo haber entendido bien, eso es todo. Por
favor, repíteme los sabores que tienes. Bud Spencer, casi entre
lágrimas, se los repite: fresa, vainilla, piña, limón, chocolate y
café. Así que Terence Hill opta por un variadito: uno que lleve
fresa, vainilla, piña, limón, chocolate y café. Bud Spencer le
pregunta si eso es todo. ¿Eso es todo? Terence Hill le dice que sí,
que eso es todo. Así que Bud Spencer se pone a prepararle el
variadito.
¡Y va el hijo de puta y le dice “¡Y
todo bien bañado de pistacho!”
¡Qué hijo de puta! ¡Y se va a jugar
al baloncesto! Ahí le deja, hundido en la mierda. ¿Pero cómo se
puede ser tan cabrón?
Esta peli es un descojono. Mientras lo
escribía me he puesto a llorar de la risa. No, en serio, he llorado.
De verdad.
Para mi esto es el maná. A ti, que
eres medio tonto, igual te parece una chorrada. Pero es que para
alguien de verdad inteligente esto es el maná. A mi me cuesta no
pensar constantemente. Me va el cerebro a mil, brrrrrrr, a toda
mecha. Tengo que pararle los pies o me come. Es así. Mi cerebro es
mi Terence Hill particular, me está vacilando todo el rato. Me la
lía. O le hago caso o me enreda con mil jugarretas.
Y, claro, no puedo estar mirando pa él
todo el rato. ¡Por Dios! ¡Escribo no sé cuántos posts al día!
¿No es suficiente para ti? ¿Qué he de hacer para tenerte contento?
Te compro Burn, te compro Red Bull, te compro irónicas bebidas
energéticas del Dealz. Miro zapatillas Karhu, Paredes y marca
Decathlon porque tú eres así y no quieres caer en las obviedades de
Adidas, Nike, Reebok y Puma. Estoy todo el día mirando para ti. ¿Qué
quieres? ¿Qué buscas, por el amor de Dios? ¡Dime!
Una buena carcajada. Al cerebro sólo
se le detiene con una buena carcajada. No hay otra manera. Ese es el
antídoto. La gente tonta que va de inteligente es detectada porque
se compra películas complicadas. Al ser tonta, necesita que le hagan
pensar. A mi me pasa lo contrario: al ser listo, necesito que me
paren.
Para elegir a mi grupo social he de
tener esto muy en cuenta. No puedo elegir a aspirantes a
intelectuales que quieran compartir conmigo reflexiones, primero
porque no quiero que me hagan pensar más y segundo porque yo estoy
ya a un nivel que me voy a enfadar de las putas chorradas que me van
a decir. Todo es poco para mi. A mis alturas no vas a llegar, lo
siento. Me vas a resultar repugnante con tus reflexiones de
chichinabo. Yo el Monte Intelecto ya lo he coronado hace tiempo y un
alpinista del tres al cuarto como tú me está dando arcadas, de
verdad.
Por eso necesito material grueso.
Tetas, culos, risa. Eso es lo que necesito, el resto me sobra
completamente. ¡Necesito que me paren!
Por eso si eres un aspirante a
intelectual, lo siento, tu sitio no está a mi lado. No, no me
entiendas mal, es que aquí ya tenemos de eso. Aquí buscamos a Bud
Spencer y a Lolo Ferrari. Ellos son los que tienen lo que yo
necesito.
Y no hay más.