martes, 23 de agosto de 2016

Mario Strikers Charged Football


De este juego lo que más mola es la portada, un Mario ahí agresivo cuando Mario siempre es pacífico y simpático. ¡Cuántos registros tiene Mario! Me recuerda a mi, ambos somos unos actores como la copa de un pino.


Si yo fuera actor no sé si sería de El Método, porque me temo que mi Método es mejor que El Método. En todo caso sería de El Método de George Constanza, que reza lo siguiente: si tú te lo crees, no es mentira. Realmente Larry David es uno de los genios más grandes de nuestra era, quizás en el top 3 con bastante facilidad.

Para engañar a la gente lo fundamental es engañarte primero a ti mismo. Porque si no siempre se te va a ver ese brillo en los ojos que delata que les estás intentando hacer el lío. Si el enemigo es un tonto pelao, bueno, pues igual no se da cuenta, pero a poco que te enfrentes a alguien menos tonto que un calcetín te van a pillar la jugada.


Este método exige una poderosa fortaleza mental, porque si no puedes volverte loco. Necesitas crear una suerte de andamiaje metafórico al que agarrarte porque de no ser así es fácil que te caigas al suelo estrepitosamente. Sin embargo, si tienes las cualidades necesarias para este tipo de aventuras te las recomiendo encarecidamente porque no habrás hecho nada en tu vida más divertido. Palabra.

No sé dónde leí (me temo que escuché, porque yo no leo nada) que los artistas mienten para decir la verdad mientras que las personas corrientes hacen lo contrario. Es algo que, bueno, aunque me parezca un poco redicho y repipi, me vale para agarrarme. Sí, efectivamente. Así es. Yo fingiré ser el malo porque soy el bueno, mientras que el malo fingirá ser el bueno. Tienes que entender estas pequeñas claves si quieres atravesar con éxito la comedia humana.


¿Te la estoy liando porque te quiero sacar algo o te la estoy liando porque quiero que te des cuenta de algo? Si fueras menos tonto no sería necesaria tanta fanfarria, pero tu estupidez hace que tenga que recurrir a todos estos embustes, brillantes, por otra parte. Que no te des cuenta de mis verdaderas intenciones forma parte de la diversión y es preferible que así sea.

Tu estupidez hace que mi inteligencia tenga sentido. Te estoy profundamente agradecido. De no ser por tu mediocridad mi presencia en el mundo no sería necesaria, porque ya entenderías todo lo que yo te quiero explicar. De no existir tú ¿qué haría yo? Así que no te fustigues por no entenderme a la primera, bésate más bien si llegas porque es lo que yo quiero hacer pero las formas no me lo permiten.


¿Mi dardo envenenado estaba cargado de veneno o de la vacuna que te curará de tu ceguera? Como bien sabes, espero, las vacunas no son más que veneno reducido con agua que permite que tú mismo, sin ayuda de nadie, crees las defensas necesarias que tu cuerpo necesita para enfrentarte al verdadero veneno. Si me crucificas a mi ¿por qué no al buen doctor? De acuerdo, el pinchazo duele, y sí, te he inoculado gérmenes en tu torrente sanguíneo. De acuerdo. Pero fíjate bien en las intenciones que tanto el buen doctor como yo tenemos en realidad. No buscamos tu muerte, buscamos tu resurrección. No te enfades, no seas infantil.

¿Has visto Sospechosos Habituales, no? ¿Quién era Kaiser Söze? El que menos pinta tenía de serlo. El cojito, el tullido. El cojito que ni era cojito ni era tullido. Te ha estado engañando durante todo el interrogatorio. El cojito y yo usamos los mismos métodos, porque fingimos ser cojos porque somos los menos cojos de todos.


Puede que te estés preguntando ahora mismo que, si yo soy ese cojo que no es cojo, por qué te lo estoy confesando abiertamente. Mi confesión acaba con mi juego. ¿O no es así? ¿Hay otra trampa escondida en esta confesión? ¿Todo lo que he dicho es mentira? ¿O es verdad y te la confieso porque tengo otra jugada ulterior para la que es necesaria que confíes en mi? ¿Existo realmente? ¿Existes tú? ¿De qué va todo esto? ¿Quién eres tú? ¿Quién soy yo?

Ya te digo que jugando a esto puedes volverte loco. Pero si consigues mantener la cordura te lo pasarás tan bien como me lo estoy pasando yo.