Esta es una comedia sobresaliente, no
en vano está dirigida por el gafas de Los Cazafantasmas, hoy
tristemente desaparecido. Un bello artesano que sí tenía cosas
buenas que decir al mundo.
En esta peli lo demuestra. También
queda demostrado en los extras, donde podemos ver el final
alternativo que se rodó. En el final alternativo los pecadores
quedan castigados bajo la furia de Dios pero, ¿qué tipo de final es
ese? Un final sin esperanza. Así que el final que quedó al final es
en el que la gente entiende el buen camino y todos acaban contentos.
Ese es el tipo de final que pondría un
verdadero genio, porque los genios traemos esperanza, no
desesperación.
Bueno, a mi a veces me gusta traer un
poquito de desesperación, pero sólo por verte asustado. Pones una
cara muy divertida. Los genios, además, somos traviesos.
Jack Black, odiado por muchos, a mi me
encanta. Es un tipo en el que veo verdadera pasión. Es un actor de
teatro, un tipo “classically trained”. Todo el mundo debería ser
“classically trained”, aunque sólo sea para luego mandar las
normas clásicas a freír morcillas.
Michael Cera, como dice el propio Black
en los extras, es un chaval increíblemente profundo. Puede
conmoverte apenas moviendo un par de músculos de la cara. Encima
tiene unas piernas preciosas, como exageradamente bonitas. Demasiado
bonitas para un hombre, es exagerado.
Luego en esta peli sale un actor de
esos diabólicamente cachas que a mi me gustan tanto, el malo de la
tribu que al final se hace bueno. Lo que les pasa a todos los cachas,
en realidad. Debe medir como un par de metros fácilmente y su cuerpo
está hecho de roca gomosa, durísima pero con un primer tacto
blando. La perfección hecha hombre.
Yo una vez tuve la suerte de ligarme a
una negrita cuyo cuerpo tenía un tacto parecido al que intento
describir aquí. No tan musculoso, porque era una mujer, pero igual
de increíble. Yo lo describía a los amigos (porque para eso vale
ligarse a una negrita, para contárselo a los amigos) que era como
una goma de borrar. Las gomas de borrar están duras pero a la vez
blandas, blandas pero a la vez duras. No es como la masa del pan, que
está demasiado blanda. No es como la madera, que está demasiado
dura. Es ese tacto prístino que te hace recordar a una mujer aunque
ya hayan pasado los años.
Ya ves, ella igual intentó
deslumbrarme con su conversación, con su buen gusto, con lo que sea.
Pero yo lo que recuerdo de ella es aquello a lo que seguro que ni da
importancia, que su carne es como una goma de borrar. ¿Sabes que tu
carne es como una goma de borrar? Ah, pues no, en eso no había
reparado. Sin embargo mira qué Adidas más bonitas me he comprado.
Tus Adidas me parecen un pufo, super
obvias, super poco inteligentes. Pero tu culo me parece super
inteligente. Si lo hubieran hecho en un laboratorio a ese laboratorio
le darían el Premio Nobel. Pero, ya ves, tú crees que a la gente le
debes gustar por tu gusto en zapatillas. ¡Cuan equivocada estás!
A la gente le gustamos por lo que no
nos cuesta trabajo hacer. Yo podría estar escribiendo eternamente,
sin parar, cosas que no me cuesta nada en absoluto escribir. Me
cuesta más no escribir que escribir. Sin embargo tú darías ese
culo de goma de borrar por escribir una línea tan bien como yo. Y yo
daría todas mis líneas por un culo como el tuyo.
¿No ves que estamos destinados a
entendernos? ¡Caray, no te hagas la estrecha, que no me lo creo!
Venga, trae pacá ese culo. Que, no sé, le hago una oda.
Es eso lo que te gusta, ¿no? Que te
recite poesía. Pues a mi me gusta tu culo. Para querernos no tenemos
que hacer esfuerzo.
¿No es precioso?