Se levantan los muertos. Ya os lo dijo
el Apocalipsis de San Juan: mirad que los muertos se os van a
levantar. Mirad que no es ninguna broma. Bueno, pues nada, pues ni
puto caso.
¿Qué rayos querrán los muertos?
¿Tendrán cuentas pendientes? ¿Les habrás hecho algo cuando
estaban vivos y ahora vienen a cobrarse lo que les debes? Ni idea,
hace mucho que no hablo con ellos. Hemos perdido el contacto.
Lo último que me dijeron es que sí,
que les debías algo. Que no es que estuvieran muertos, sino que
estaban esperando el momento adecuado para venirte con la nota de
deuda. ¡Joder con los muertos! ¡No saben ná ni ná! ¡Menudos
jugadores de poker! Ellos mucho paso, paso, paso, pero cuando cogen
cartas te despluman.
Decían que no estaban muy cabreados,
que simplemente les gusta jugar bien sus cartas. Que estaban
observando desde sus tumbas cómo derrochabas el capital que les
adeudabas esperando el momento oportuno en el que tu activo fuese más
pequeño que tu pasivo. Y en ese justo momento llegar a cobrar. Como
no tienes liquidez para pagarles, algo de lo que se han preocupado
bien, por eso han estado esperando, dicen que tendrás que
convertirte en su esclavo, lo mismo que ellos lo han sido de ti
antes. Que te van a hacer la jugada que tú les hiciste antes a ellos
pero al revés.
Joder, tío. ¿Pero tú con qué gente
te mezclas?
Que dicen que nada, que sin rencores,
pero que así son los negocios. Que ahora a ellos les interesa
tenerte como esclavo para no sé qué proyectos que tienen en mente.
Que necesitan mano de obra, que necesitan tu espalda para que
sostenga los cimientos de lo que están preparando. Que no se la
liaste tú a ellos, que ellos te la han liado a ti, dicen.
Joder. Te has mezclado con lo peor de
cada casa, por lo que parece.
O sea, que si no me he enterado mal,
por lo que parece no es que tú les ganaras, sino que ellos se
dejaron ganar. Tiene pinta de que lo que podían conseguir antes era
mucho más pequeño que lo que pueden conseguir ahora y por eso
fingieron la derrota. Como cuando pisas a alguien se te anota una
deuda con él en el éter, la culpa que esto genera se convierte en
una sangría en tu haber, quizás más grande, quizás más pequeña,
pero tu energía se va drenando por ese desgarro. Por tanto sólo es
cuestión de esperar hasta que necesites financiación de terceros, y
es ahí donde ellos aparecen.
Buf. Te han hecho el lío, ¿eh? Pero
bien, bien.
O sea, que los cabrones han estado
fingiendo que tú eras el ganador porque sus planes eran mucho más a
largo plazo que los tuyos. Y ahora ellos se van a convertir en tus
acreedores porque necesitan a un palomo que lleve el peso de sus
ambiciones. Vamos, lo que les hiciste tú a ellos pero al revés,
está claro.
¿Pero tan lista es esta gente? ¡Menuda
visión! Visión telescópica, me atrevería a decir. ¡Y qué
redaños! Aguantar bajo tierra mientras tú bailabas sobre sus tumbas
sin perder la calma esperando al momento oportuno. Como un
francotirador de los buenos. Como el mejor de los hitman.
No sé, yo afortunadamente no me meto
en líos. Mi madre me enseñó desde pequeño a no comprar a plazos
ni a pedir créditos para poder dormir bien por las noches. Lo que
tengo es lo que tengo, ni más ni menos. No le debo nada a nadie.
Pero claro, tiene pinta de que tu madre no era tan buena como la mía.
A ti te ha enseñado a dilapidar el dinero como si no hubiera un
mañana. Puf.
No te molestes, pero eso es lo que yo
llamo una mierda de madre, sin faltar.
Pues... ¡No sé! Yo diría que estás
bien jodido, vamos, que no tienes escapatoria. Que te han hecho el
lío, pero el lío-lío. Jajajaja y tú pensando que les habías dado
el palo cuando te lo estaban dando ellos a ti... Perdona que me ría.
Pero es que hay que reconocer que son buenos.
¿Qué vas a hacer ahora? Porque estos
cabrones tienen pinta de no dejar cabos sueltos. Me da que te van a
tener esclavizado hasta que, no sé, por lo menos hasta que
construyan aquello que quieren construir. Antes no te van a soltar.
Seguramente te pongan un interés bastante bajo para que nunca
llegues a arruinarte del todo y las cuotas que te ofrezcan sean muy
ventajosas para ti, para que estés pagando tu deuda durante el mayor
tiempo posible. Parece que les interesa más tu esclavitud que tu
dinero.
Bueno, bueno. Vaya hijos de puta.
Y para colmo de brillantez, cuando
ellos terminen su proyecto tendrán algo colosal a lo que agarrarse,
mientras que tú vas a estar casi con una mano delante y otra detrás.
Así que no podrás hacer nada contra ellos. Ni idea del movimiento
que piensan hacer después.
Igual te ofrecen un empleo en su enorme
complejo para no empujarte a la muerte, yo qué sé. Un salario así
bajito, para que nunca te llegues a convertir en una amenaza. Y como
no te queda más remedio que aceptarlo lo aceptarás, claro. ¿Qué
vas a hacer sino? ¿Morirte de hambre? No es plan, digo yo.
Y, vamos, visto lo visto, viendo la
manera en la que te han hecho el lío, yo no diría que eres una
persona inteligente. Así que dudo mucho que se te ocurra ningún
plan para revertir la situación.
¡Lo tenían todo pensado desde el
principio! ¡Pero...! ¡Pero qué gente!
Yo no sé si despreciarles o
arrodillarme. Oye, tío, perdona, pero es que me están cayendo más
simpáticos que tú. Ellos han quedado de genios y tú de tonto que
iba de listo. No te mosquees, pero me voy con ellos.
¡Jajajajaja! ¡Qué hijos de puta!
¡Jajajajajaja!