viernes, 19 de agosto de 2016

Dead Rising 2


Se levantan los muertos. Ya os lo dijo el Apocalipsis de San Juan: mirad que los muertos se os van a levantar. Mirad que no es ninguna broma. Bueno, pues nada, pues ni puto caso.


¿Qué rayos querrán los muertos? ¿Tendrán cuentas pendientes? ¿Les habrás hecho algo cuando estaban vivos y ahora vienen a cobrarse lo que les debes? Ni idea, hace mucho que no hablo con ellos. Hemos perdido el contacto.

Lo último que me dijeron es que sí, que les debías algo. Que no es que estuvieran muertos, sino que estaban esperando el momento adecuado para venirte con la nota de deuda. ¡Joder con los muertos! ¡No saben ná ni ná! ¡Menudos jugadores de poker! Ellos mucho paso, paso, paso, pero cuando cogen cartas te despluman.


Decían que no estaban muy cabreados, que simplemente les gusta jugar bien sus cartas. Que estaban observando desde sus tumbas cómo derrochabas el capital que les adeudabas esperando el momento oportuno en el que tu activo fuese más pequeño que tu pasivo. Y en ese justo momento llegar a cobrar. Como no tienes liquidez para pagarles, algo de lo que se han preocupado bien, por eso han estado esperando, dicen que tendrás que convertirte en su esclavo, lo mismo que ellos lo han sido de ti antes. Que te van a hacer la jugada que tú les hiciste antes a ellos pero al revés.

Joder, tío. ¿Pero tú con qué gente te mezclas?


Que dicen que nada, que sin rencores, pero que así son los negocios. Que ahora a ellos les interesa tenerte como esclavo para no sé qué proyectos que tienen en mente. Que necesitan mano de obra, que necesitan tu espalda para que sostenga los cimientos de lo que están preparando. Que no se la liaste tú a ellos, que ellos te la han liado a ti, dicen.

Joder. Te has mezclado con lo peor de cada casa, por lo que parece.


O sea, que si no me he enterado mal, por lo que parece no es que tú les ganaras, sino que ellos se dejaron ganar. Tiene pinta de que lo que podían conseguir antes era mucho más pequeño que lo que pueden conseguir ahora y por eso fingieron la derrota. Como cuando pisas a alguien se te anota una deuda con él en el éter, la culpa que esto genera se convierte en una sangría en tu haber, quizás más grande, quizás más pequeña, pero tu energía se va drenando por ese desgarro. Por tanto sólo es cuestión de esperar hasta que necesites financiación de terceros, y es ahí donde ellos aparecen.

Buf. Te han hecho el lío, ¿eh? Pero bien, bien.


O sea, que los cabrones han estado fingiendo que tú eras el ganador porque sus planes eran mucho más a largo plazo que los tuyos. Y ahora ellos se van a convertir en tus acreedores porque necesitan a un palomo que lleve el peso de sus ambiciones. Vamos, lo que les hiciste tú a ellos pero al revés, está claro.

¿Pero tan lista es esta gente? ¡Menuda visión! Visión telescópica, me atrevería a decir. ¡Y qué redaños! Aguantar bajo tierra mientras tú bailabas sobre sus tumbas sin perder la calma esperando al momento oportuno. Como un francotirador de los buenos. Como el mejor de los hitman.


No sé, yo afortunadamente no me meto en líos. Mi madre me enseñó desde pequeño a no comprar a plazos ni a pedir créditos para poder dormir bien por las noches. Lo que tengo es lo que tengo, ni más ni menos. No le debo nada a nadie. Pero claro, tiene pinta de que tu madre no era tan buena como la mía. A ti te ha enseñado a dilapidar el dinero como si no hubiera un mañana. Puf.

No te molestes, pero eso es lo que yo llamo una mierda de madre, sin faltar.


Pues... ¡No sé! Yo diría que estás bien jodido, vamos, que no tienes escapatoria. Que te han hecho el lío, pero el lío-lío. Jajajaja y tú pensando que les habías dado el palo cuando te lo estaban dando ellos a ti... Perdona que me ría. Pero es que hay que reconocer que son buenos.

¿Qué vas a hacer ahora? Porque estos cabrones tienen pinta de no dejar cabos sueltos. Me da que te van a tener esclavizado hasta que, no sé, por lo menos hasta que construyan aquello que quieren construir. Antes no te van a soltar. Seguramente te pongan un interés bastante bajo para que nunca llegues a arruinarte del todo y las cuotas que te ofrezcan sean muy ventajosas para ti, para que estés pagando tu deuda durante el mayor tiempo posible. Parece que les interesa más tu esclavitud que tu dinero.


Bueno, bueno. Vaya hijos de puta.

Y para colmo de brillantez, cuando ellos terminen su proyecto tendrán algo colosal a lo que agarrarse, mientras que tú vas a estar casi con una mano delante y otra detrás. Así que no podrás hacer nada contra ellos. Ni idea del movimiento que piensan hacer después.


Igual te ofrecen un empleo en su enorme complejo para no empujarte a la muerte, yo qué sé. Un salario así bajito, para que nunca te llegues a convertir en una amenaza. Y como no te queda más remedio que aceptarlo lo aceptarás, claro. ¿Qué vas a hacer sino? ¿Morirte de hambre? No es plan, digo yo.

Y, vamos, visto lo visto, viendo la manera en la que te han hecho el lío, yo no diría que eres una persona inteligente. Así que dudo mucho que se te ocurra ningún plan para revertir la situación.


¡Lo tenían todo pensado desde el principio! ¡Pero...! ¡Pero qué gente!

Yo no sé si despreciarles o arrodillarme. Oye, tío, perdona, pero es que me están cayendo más simpáticos que tú. Ellos han quedado de genios y tú de tonto que iba de listo. No te mosquees, pero me voy con ellos.


¡Jajajajaja! ¡Qué hijos de puta! ¡Jajajajajaja!