martes, 23 de agosto de 2016

Dos Policías Rebeldes


¡Bad boys! ¿Guachu gona dú güen dei cam for llu? No, decidme. Porque van a venir. Tenéis que tener un plan.


Dos Policías Rebeldes va de la extraña pareja, ese binomio tan divertido que nunca acaba. La extraña pareja siempre mola, este es fino y tiene éxito con las mujeres y este es más ruincillo el pobre. Sin embargo, el ruincillo tiene una familia mientras que el guaperas está más solo. Un poco como la vida.

Yo, que soy muy acaparador, me gusta aunar en mi a ambos personajes. Guaperas familiar. ¿Por qué no? No es imposible en absoluto, sólo hay que ponerse a ello. Cuando una vez me preguntaron qué había que hacer para llegar a una cosa a la que llegué, me interrogué seriamente; no quería contestar así la primera cosa que se me ocurriese, como una estrella pagada de sí misma. Y me di cuenta de que la clave era querer hacerlo. Si no quieres hacer una cosa no la vas a hacer, tú eres más fuerte que tus ambiciones egóticas, así que no te vas a dejar traicionarte a ti mismo.


Hace poco leía un post que me parecía muy encantador, se preguntaba qué pasaba en tu cerebro para procastinar, esa movida que es perder el tiempo cuando tienes un montón de trabajo encima de la mesa. ¡Bendita inocencia! En tu cerebro no pasa nada, en todo caso pasa en el tuyo como para atreverte a escribir tal post. Lo que pasa es que es un coñazo y por eso no lo haces. Eso es todo. El cerebro funciona perfectamente, te aleja de aquello que no quieres y te acerca a lo que sí. Lo que pasa en tu cerebro es que funciona a las mil maravillas.

Procastinar es el resultado de una sociedad que se ha vuelto en contra de sus miembros. No tengas miedo de la inteligencia artificial, de que Skynet un día llegue y se vuelva contra ti, cuando en principio estaba programada para resolver tus problemas. Eso ya ha pasado. La sociedad se ha vuelto contra nosotros, que ella siga en pie exige que nosotros muramos de cansancio. Por lo tanto procastinar es la resistencia liderada por John Connor que evitará que Skynet logre sus alocados objetivos. No tengas miedo de la procastinación, no tengas miedo de John Connor. Ten miedo del Terminator, ten miedo de tu jefe de sección, ese robot programado para defender a Skynet a ultranza.


Ya es tarde para ellos, pero no para ti.

No te preocupes por nada, tu camino está tan perfectamente marcado que resulta hasta ofensivo que te preocupes por él. Si sigues atornillado a tu mesa de trabajo es porque no eres todavía lo suficientemente fuerte como para desatornillarte de ella, simplemente estás parasitando a la sociedad que quiere parasitarte a ti. En cuanto seas lo suficientemente fuerte, un fulgor irresistible te obligará a romper tus cadenas y salir de ese entramado a toda pastilla. Mientras tanto, sigue callado sellando informes porque en segundo plano tu cuerpo se está preparando para el golpe definitivo.

Quizás seas uno de los dos Policías Rebeldes; quizás seas el guaperas que no es lo suficientemente sólido como para prescindir del pringado que es un pringado pero es más sólido que tú. Quizás seas el sólido pringado que necesita al guaperas y a su brillante manera de resolver las cosas para que te permita resolver aquello que tu pringadez no te permite. En ambos casos estás vendido porque estás atado a Skynet. No eres lo suficientemente fuerte como para caminar por tu propio pie, todavía no estás preparado para unirte a John Connor.


Ambas opciones tienen como resultado ser parte de la extraña pareja, ese gordo tembloroso acompañado por un tío melindroso y excesivamente aseado. Os odiáis pero lo grave, lo paradójico, es que os necesitáis. Uno no puede valerse sin el otro. Por eso existen parejas extrañas como Bart y Milhouse o Sergio Ramos y Özil. ¿Por qué estas dos personas, tan diferentes entre sí, están juntas? Porque cada una tiene lo que la otra no.

Si ya has detectado que eres lo que te estoy diciendo no estarás leyéndome, naturalmente. Habrás huido horrorizado de contemplar La Verdad y te habrás puesto manos a la obra para resolver tan patética situación. Si eres el guaperas te habrás apuntado a la mili. Si eres el pringado habrás ido a la peluquería. Sólo eso podrá salvarte de Skynet, que existe porque no te sostienes en pie, y no por otro motivo, no te engañes.


Ser parte de Dos Policías Rebeldes es un asunto natural en el proceso de hacerse adulto. Tranquilo, hombre. Las habas necesitan de un palito para trepar por él. Pero también te digo, y perdona si te daño, que ya estás muy mayor como para andar tirando de tanta muleta... No sé. Yo diría que eres un poco irresponsable.

¿No?