¡Bad boys! ¿Guachu gona dú güen dei
cam for llu? No, decidme. Porque van a venir. Tenéis que tener un
plan.
Dos Policías Rebeldes va de la extraña
pareja, ese binomio tan divertido que nunca acaba. La extraña pareja
siempre mola, este es fino y tiene éxito con las mujeres y este es
más ruincillo el pobre. Sin embargo, el ruincillo tiene una familia
mientras que el guaperas está más solo. Un poco como la vida.
Yo, que soy muy acaparador, me gusta
aunar en mi a ambos personajes. Guaperas familiar. ¿Por qué no? No
es imposible en absoluto, sólo hay que ponerse a ello. Cuando una
vez me preguntaron qué había que hacer para llegar a una cosa a la
que llegué, me interrogué seriamente; no quería contestar así la
primera cosa que se me ocurriese, como una estrella pagada de sí
misma. Y me di cuenta de que la clave era querer hacerlo. Si no
quieres hacer una cosa no la vas a hacer, tú eres más fuerte que
tus ambiciones egóticas, así que no te vas a dejar traicionarte a
ti mismo.
Hace poco leía un post que me parecía
muy encantador, se preguntaba qué pasaba en tu cerebro para
procastinar, esa movida que es perder el tiempo cuando tienes un
montón de trabajo encima de la mesa. ¡Bendita inocencia! En tu
cerebro no pasa nada, en todo caso pasa en el tuyo como para
atreverte a escribir tal post. Lo que pasa es que es un coñazo y por
eso no lo haces. Eso es todo. El cerebro funciona perfectamente, te
aleja de aquello que no quieres y te acerca a lo que sí. Lo que pasa
en tu cerebro es que funciona a las mil maravillas.
Procastinar es el resultado de una
sociedad que se ha vuelto en contra de sus miembros. No tengas miedo
de la inteligencia artificial, de que Skynet un día llegue y se
vuelva contra ti, cuando en principio estaba programada para resolver
tus problemas. Eso ya ha pasado. La sociedad se ha vuelto contra
nosotros, que ella siga en pie exige que nosotros muramos de
cansancio. Por lo tanto procastinar es la resistencia liderada por
John Connor que evitará que Skynet logre sus alocados objetivos. No
tengas miedo de la procastinación, no tengas miedo de John Connor.
Ten miedo del Terminator, ten miedo de tu jefe de sección, ese robot
programado para defender a Skynet a ultranza.
Ya es tarde para ellos, pero no para
ti.
No te preocupes por nada, tu camino
está tan perfectamente marcado que resulta hasta ofensivo que te
preocupes por él. Si sigues atornillado a tu mesa de trabajo es
porque no eres todavía lo suficientemente fuerte como para
desatornillarte de ella, simplemente estás parasitando a la sociedad
que quiere parasitarte a ti. En cuanto seas lo suficientemente
fuerte, un fulgor irresistible te obligará a romper tus cadenas y
salir de ese entramado a toda pastilla. Mientras tanto, sigue callado
sellando informes porque en segundo plano tu cuerpo se está
preparando para el golpe definitivo.
Quizás seas uno de los dos Policías
Rebeldes; quizás seas el guaperas que no es lo suficientemente
sólido como para prescindir del pringado que es un pringado pero es
más sólido que tú. Quizás seas el sólido pringado que necesita
al guaperas y a su brillante manera de resolver las cosas para que te
permita resolver aquello que tu pringadez no te permite. En ambos
casos estás vendido porque estás atado a Skynet. No eres lo
suficientemente fuerte como para caminar por tu propio pie, todavía
no estás preparado para unirte a John Connor.
Ambas opciones tienen como resultado
ser parte de la extraña pareja, ese gordo tembloroso acompañado por
un tío melindroso y excesivamente aseado. Os odiáis pero lo grave,
lo paradójico, es que os necesitáis. Uno no puede valerse sin el
otro. Por eso existen parejas extrañas como Bart y Milhouse o Sergio
Ramos y Özil. ¿Por qué estas dos personas, tan diferentes entre
sí, están juntas? Porque cada una tiene lo que la otra no.
Si ya has detectado que eres lo que te
estoy diciendo no estarás leyéndome, naturalmente. Habrás huido
horrorizado de contemplar La Verdad y te habrás puesto manos a la
obra para resolver tan patética situación. Si eres el guaperas te
habrás apuntado a la mili. Si eres el pringado habrás ido a la
peluquería. Sólo eso podrá salvarte de Skynet, que existe porque
no te sostienes en pie, y no por otro motivo, no te engañes.
Ser parte de Dos Policías Rebeldes es
un asunto natural en el proceso de hacerse adulto. Tranquilo, hombre.
Las habas necesitan de un palito para trepar por él. Pero también
te digo, y perdona si te daño, que ya estás muy mayor como para
andar tirando de tanta muleta... No sé. Yo diría que eres un poco
irresponsable.
¿No?