Mira que fui yo de Charlie Kaufman. No
creo que haya habido nadie tan de Charlie Kaufman como yo. Ni de
Brian Michael Bendis. Pero ya ves, la vida pasa y yo mejoro. Y lo que
antes me parecía inmenso ahora me parece pequeño y ruin, como el
parque del al lado de mi casa.
Adaptation es la película que
cualquier guionista quiere hacer. El guión lo es todo, y está tan
retorcido que es imposible que pase desapercibido. Para una persona
“normal” igual está demasiado retorcido, pero para mi, que me
retuerzo más que una boa, fue delicatessen.
Hay que reconocer que la forma de
aproximarse al concepto me fascina. Charlie Kaufman, y en eso sigo
admirándole, está obsesionado por la pureza. Así que del encargo
de adaptar el texto El Ladrón de Orquídeas a cine él quiso
quedarse con lo más puro y último: la belleza de las orquídeas.
Como sabéis, hay mogollón de orquídeas diferentes, y su forma
depende del ambiente en el que se hayan desarrollado. Es decir, el
ambiente al que se hayan tenido que adaptar. Lo mismo ocurre con las
personas. Lo mismo ocurre con Charlie Kaufman. Charlie Kaufman es el
típico tío superinteligente que, por eso, le cuesta mucho encajar
en los ambientes. Y la película trata sobre él mismo, recibiendo el
encargo de adaptar El Ladrón de Orquídeas a cine.
Un tic que me repugna mucho de la gente
inteligente es ese autodesprecio que con tanta soberbia manifiestan.
Tío, SI CONOZCO A ALGUIEN QUE ESTÉ ENAMORADO DE SÍ MISMO ESE ERES
TÚ. No me vengas con cuentos. No me vengas llorando. No me seas
attention whore. Yo también estoy enamorado de mi mismo, la
diferencia es que yo lo voy gritando a voces. Esto tiene el riesgo de
que te suelten algo que te joda, pero por lo menos es más honesto y
más digno que hacerte el cachorrito perdido. Así que ese rollo me
parece como muy siglo XX y me repugna.
La peli trata de la epifanía que
Charlie sufre cuando se da cuenta de que su retorcimiento nunca le
llevará a ningún sitio si no aprende a aceptar las cosas sencillas
de la vida. Y como esa epifanía, por lo que se ve, la tuve yo
muchísimo antes que el señor Kaufman, pues le desprecio. Así de
claro. Lo siento, pensaba que eras mejor. Pensaba que tenía más que
aprender de ti. Eres un lento, has tardado mucho en darte cuenta de
algo de lo que yo me he dado cuenta antes. No sólo antes, mucho
antes. Así que donde antes veía un ídolo ahora veo a un pobre
idiota.
El argumento de Adaptation es el
argumento de El Chiringuito de Pepe, la nueva serie entre cómica y
dramática de Santi Millán. Santi Millán es un reconocido chef de
renombre internacional que por avatares de la vida se ve obligado a
volver a su pueblo natal, o si no es natal ahí vive familia suya. Y
se da cuenta de que ir de estirado por la vida no vale cuando te
bajas al barro. Que sus espetos cocinados por el superchef no valen
nada comparados con los de Pepe, el del chiringuito, que no sabrá de
alta cocina pero sabe conectar con la gente, como sale diciendo en la
telepromo.
O sea, Charlie, que tu masterpiece es,
básicamente, El Chiringuito de Pepe. Pues me quedo decepcionado,
Charlie, lo siento, tío. Tanto salto mortal, tanta cabriola, tanto
rollo de tío torturado... Para que te salga El Chiringuito de Pepe.
Lo siento, pero eso de que “las personas sencillas tienen mucha
sabiduría, aunque no lo creas” es algo a lo que he llegado antes
que tú. Y, claro, pues... No sé. A ver, quizás en el futuro supere
la decepción y te vuelva a amar. Claro que sí. Pero de momento te
tengo como ese tío que parecía tan guay que al final sólo es un
gilipollas. A mi cuando me pasa eso se me parte el corazón.
Así que, bueno. Me quedaré con la
satisfacción de que he llegado antes a cosas que un guionista
increíble, probablemente el mejor del mundo. Así que tan malo no
debo ser. No, no me voy a poner autodespectivo, no tengas miedo. Esa
es una etapa que también ya pasé hace tiempo.