domingo, 7 de agosto de 2016

Curb your enthusiasm

Joder, hablando de coquitos. La madre de todos ellos. Joder, Larry David. Mira a ver si te va petar la pelota, tío. ¡Qué de vueltas les das a las cosas! Cristo bendito. Me estás volviendo loco.


Larry David es el cerebro (no podría ser otra cosa) de Seinfeld. Ah, sí. Este era el tío que en realidad era George Constanza. Lo que pasa es que los coquitos eso del público y tal no lo soportan. Vamos, yo lo entiendo. Así que el tío se pilló a Jason Alexander y tiró millas. Jason Alexander hizo una interpretación en el casting medio imitando a Woody Allen y lo cogieron. Además eso de que fuera así bajito y calvito como que encajaba con el rollo de “el tipo al que siempre todo le va mal”.

Total, que lanzaron la serie y fue un éxito.

Y detrás de toda la movida siempre estaba Larry David, escribiendo retorcidísimos guiones y luego dedicándose a labores sólo de producción.

Lo de Seinfeld no sé cómo acabó, pero una reacción de Jerry Seinfeld en un Youtube que vi de una entrevista suya me da a entender que aquello acabó como regulín. Había ahí movidas mal cerradas.


Poniéndome en la hipótesis de que los problemas fueran de tipo creativo, en plan que los ejecutivos veían las cosas de una manera y los escritores de otra, se me hace fácil pensar que Larry David usó esta serie de la que hablamos para “explayarse creativamente”. Me da la sensación de que esta serie es lo que realmente quería hacer él pero al tener que pasar por el filtro de una cadena tipo NBC lo que salió es Seinfeld. Que date con un canto en los dientes si te sale Seinfeld.

Lo que me mola a mi de esta serie es lo de que no hay guión. Es la serie sobre nada que quería hacer él. En esta serie no hay textos, se esboza un poco la situación que tiene que pasar y, hala, chaval, a ver cómo lo sacas. “Esta escena va de que me pita la alarma de la tienda y llamáis a la poli pero yo me mosqueo porque no he robado nada y me indigno mucho. Hala, a rodar.”

¡Joder, Larry, me pones todo palote! ¡Qué visionario! ¡Qué genio!

¡Menudo logro! Eres un tío, Larry.

Así todo es mazo de verdad, puro-puro. ¡Qué tío, Larry! ¡Qué tío!

Me parto de risa una escena en la que sale Jason Alexander (haciendo de sí mismo, esta serie va de la vida como real de David) en la que le echa en cara que lo de interpretar a George le ha jodido, porque ahora todo el mundo se cree que es como Larry David pero él no es Larry David, es Jason Alexander, y quiere que le quieran por él, no por Larry. Y bueno, monta ahí una movida del carajo. La típica movida que les debe pasar a los actores cuando se encasillan, pero ahí, desnuda, en toda su crudeza, en toda su inocencia.


Esta serie es cojonuda, os la recomiendo.

Y nada, ya dejando de lado (que me cuesta lo mío) que el rollo conceptual de esta serie me vuelva así como locatis, pues que te ríes mucho. La putada es que no sé si no está doblada o si yo la vi en versión original, pero me temo que nuestra industria del doblaje todavía no atina como para conseguir que una serie de estas características funcione igual de bien doblada. Es como The Office. Que... Que no, tío. Gracias por el curro, todo guay, pero paso.

Así que esa es un poco la parte coñazo. Que está en inglés. Y yo en inglés sólo puedo ver The Angry Videogame Nerd, que como habla todo de cosas que me interesan pero mazo, no pierdo una palabra de lo que dice. Y aunque el concepto de Curb your enthusiasm me flipe, me flipa más el Castlevania.

¡Qué guay la historia de la Virtual Boy! ¡Cuéntamela otra vez, James!