Joder, hablando de coquitos. La madre
de todos ellos. Joder, Larry David. Mira a ver si te va petar la
pelota, tío. ¡Qué de vueltas les das a las cosas! Cristo bendito.
Me estás volviendo loco.
Larry David es el cerebro (no podría
ser otra cosa) de Seinfeld. Ah, sí. Este era el tío que en realidad
era George Constanza. Lo que pasa es que los coquitos eso del público
y tal no lo soportan. Vamos, yo lo entiendo. Así que el tío se
pilló a Jason Alexander y tiró millas. Jason Alexander hizo una
interpretación en el casting medio imitando a Woody Allen y lo
cogieron. Además eso de que fuera así bajito y calvito como que
encajaba con el rollo de “el tipo al que siempre todo le va mal”.
Total, que lanzaron la serie y fue un
éxito.
Y detrás de toda la movida siempre
estaba Larry David, escribiendo retorcidísimos guiones y luego
dedicándose a labores sólo de producción.
Lo de Seinfeld no sé cómo acabó,
pero una reacción de Jerry Seinfeld en un Youtube que vi de una
entrevista suya me da a entender que aquello acabó como regulín.
Había ahí movidas mal cerradas.
Poniéndome en la hipótesis de que los
problemas fueran de tipo creativo, en plan que los ejecutivos veían
las cosas de una manera y los escritores de otra, se me hace fácil
pensar que Larry David usó esta serie de la que hablamos para
“explayarse creativamente”. Me da la sensación de que esta serie
es lo que realmente quería hacer él pero al tener que pasar por el
filtro de una cadena tipo NBC lo que salió es Seinfeld. Que date con
un canto en los dientes si te sale Seinfeld.
Lo que me mola a mi de esta serie es lo
de que no hay guión. Es la serie sobre nada que quería hacer él.
En esta serie no hay textos, se esboza un poco la situación que
tiene que pasar y, hala, chaval, a ver cómo lo sacas. “Esta escena
va de que me pita la alarma de la tienda y llamáis a la poli pero yo
me mosqueo porque no he robado nada y me indigno mucho. Hala, a
rodar.”
¡Joder, Larry, me pones todo palote!
¡Qué visionario! ¡Qué genio!
¡Menudo logro! Eres un tío, Larry.
Así todo es mazo de verdad, puro-puro.
¡Qué tío, Larry! ¡Qué tío!
Me parto de risa una escena en la que
sale Jason Alexander (haciendo de sí mismo, esta serie va de la vida
como real de David) en la que le echa en cara que lo de interpretar a
George le ha jodido, porque ahora todo el mundo se cree que es como
Larry David pero él no es Larry David, es Jason Alexander, y quiere
que le quieran por él, no por Larry. Y bueno, monta ahí una movida
del carajo. La típica movida que les debe pasar a los actores cuando
se encasillan, pero ahí, desnuda, en toda su crudeza, en toda su
inocencia.
Esta serie es cojonuda, os la
recomiendo.
Y nada, ya dejando de lado (que me
cuesta lo mío) que el rollo conceptual de esta serie me vuelva así
como locatis, pues que te ríes mucho. La putada es que no sé si no
está doblada o si yo la vi en versión original, pero me temo que
nuestra industria del doblaje todavía no atina como para conseguir
que una serie de estas características funcione igual de bien
doblada. Es como The Office. Que... Que no, tío. Gracias por el
curro, todo guay, pero paso.
Así que esa es un poco la parte
coñazo. Que está en inglés. Y yo en inglés sólo puedo ver The
Angry Videogame Nerd, que como habla todo de cosas que me interesan
pero mazo, no pierdo una palabra de lo que dice. Y aunque el concepto
de Curb your enthusiasm me flipe, me flipa más el Castlevania.
¡Qué guay la historia de la Virtual
Boy! ¡Cuéntamela otra vez, James!