domingo, 7 de agosto de 2016

Lluvia de albóndigas

Ah, estudios que no sois Pixar. Siempre ahí ahí. Siempre rozando el gol. Es esa España que llega mucho pero que, coño, que el gol no entra. ¿Qué estamos haciendo mal?


Hay honrosas excepciones, como Kung-Fu Panda. Ah, sí. Ojo con Kung-Fu Panda.

A ver, Lluvia de albóndigas está bien, no nos volvamos locos. Bastante que, joder, es una película de dibujos animados. Yo le pido poco más a la vida. Trata de un chaval que anda siempre inventando movidas pero todas son un fracaso. Y de puta casualidad me parece inventa una máquina que hace que llueva comida del cielo. Lo que pasa es que luego se vuelve ambicioso, toca una movida de la máquina y la comida es demasiado grande y aplasta los edificios.

Una movida.

A mi de esta película lo que me gusta es la chica. Ay, señor. Últimamente lo único que me parece trascendente son las chicas. Es lo que tiene haber coronado todos los picos del intelecto, que desde arriba las cosas se ven con mucha más perspectiva. Y, créeme, tío, a lo que te tienes que dedicar es a cuidar a tu mujer. Ya está. Desde aquí lo veo clarísimo.


Esta chica me enamora porque es una nerd que quiere ir de lady addict por la vida. Y claro, si eres lady addict esas movidas de ser, no sé, reportera, pues van guay, porque eres vanidosa, un poquito estúpida y se te engaña con poca cosa. No me entiendas mal, me pareces super sexy.

Pero si eres más nerdy encajar en esa muvi es más jodidillo. Y su rollo “Dios mío, qué hago aquí cuando este no es mi sitio” me enamora. Ya está. Por ahí me pilla a mi la peli. No tiene más.

La tronca conoce al científico este (o viceversa, que el prota es el chico, joder) y por fin conoce a alguien que la aprecia por cómo es. Y la tronca al principio se ve fea pero al final va cediendo a la visión que él tiene de ella y va por la vida como la nerd que es.

Todo muy bonito.

Luego el humor de la peli es como flojo, por eso me quedo con la parte romántica, que sí está guay. Es como de “Manolete, si no sabes torear, pa qué te metes”. No son chistes así muy guays, tíos, lo siento.


Luego pues lo de que llueva comida del cielo, pues oye, mola. Por eso se llama Lluvia de albóndigas.

Y... ¡No sé! ¡Que está guapa! ¡Merece la pena tenerla! Te la pones ahí mazo veces porque aburrir nunca te aburre y echas el rato tan ricamente. Además es de vivos colores (no como la oscurísima Número 9, por poner un ejemplo) y eso ya vale.

Pero vamos, tíos, que a lo que os tenéis que dedicar es a las troncas. No vayáis de machitos por la vida, si os van a cazar igual. ¿Por qué? Pues porque huelen bien. Y son muy delicadas. Y vosotros sois sucios y asquerosos. Y así alguien hace algo al respecto.

Ya te digo yo que ante eso no te vas a poder resistir.

Así que échale el ojo a una nerdy que esté fuera de lugar, sácala de ese horrible sitio con tu magnífica espada y llévatela pa casa. Ponla la cofia y el mandil y que se ponga a fregar.

¿No? ¿No es así la movida? ¿Cómo es ahora?