Mola que en vez de Superman la llamen
El hombre de acero, porque así es más épica. Esta peli va del
rollo de que Cristo se sacrifica por nosotros, con dos cojones.
Superman es Cristo y sus cojones, bueno, pues son sus cojones.
Los cojones de Cristo, vaya.
A mi me gusta llamarla Man of steel
porque es una de esas cosas que me gustan más en inglés. Hay otras
que no.
Supongo que porque no lleva artículo
delante. Hombre de acero me gustaría mucho más.
Si se llamase así preferiría Hombre
de acero que Man of steel.
A mi lo español me gusta mucho, porque
somos un pueblo orgulloso. Si no hablamos tan bien inglés como los
demás es porque no-nos-da-la-pu-ta-ga-na-de-ha-cer-lo. ¿Vale?
Los mexicanos se ríen de que hablamos
mal inglés, pero nosotros nos reímos de que vivan ahí en casa Dios
y estén trinando por venir a Europa.
¡Ah! ¡Si te ríes tú me río yo!
¡Esto es así!
No os enfadéis, mis pinches amigos.
Pero es que ese rollo “envidiamos a España pero a la vez la
odiamos” me da un poco por culo. Es pinchemente molesto. ¿Es así?
¿”Pinchemente”?
Bueno, como carajo sea que lo digáis
vosotros. Nuestro rollo es de peña que ha levantado castillos y
cosas así. Eso te deja un carácter.
Y sólo porque ahora los que manden
sean los anglos no nos da la puta gana de aprender su puto idioma,
como la aldea de Astérix.
Nosotros con el castellano vivimos de
puta madre. Con eso, con el sol, con las terracitas, con la siesta y
con tu mujer española vivimos de puta madre. No nos hace falta más.
Es que no nos da la gana. Es sólo eso.
Somos un poco man os steel también.
Vamos ahí de idiotas, de descerebrados, pero somos los más cabrones
de toda la partida. ¿Os habéis fijado que nunca nos metemos en
conflictos internacionales? Y cuando lo intentamos, como cuando
Aznar, nos ponen finos.
Eso es por intentar ir en contra del
destino. Por intentar hacerte amigo de un mierda que porque sea el
que manda ahora no deja de ser un mierda. Tío, tú eres español,
tendría que ser él el que estuviese llamando a tu puerta.
Esto no lo decimos, pero lo pensamos
todos. Está tatuado en nuestro corazón.
Por eso nuestro rollo “pasamos de
todo” esconde un fuerte desprecio por los que creemos que no molan
tanto como nosotros. Eso es todo. Agachamos la cabeza cuando a
nuestro suelo viene un americano, porque somos gente cortés, pero
estamos pensando que es un gordo ridículo que está chupando de la
teta que una maquinaria bélica despampanante le da de comer.
No, que yo sepa no estamos
desarrollando ningún armamento aún más poderoso que ese. Mucho
mejor. Nuestra victoria será más ladina. Más de Don Juan, como
Dios manda.
Engañando a la peña. Venid, venid a
nuestro barato país devastado por La Crisis, venid. ¡Qué chollo!
¡Ahora todo está más barato! ¡Vamos, James, vamos a España!
Y aquí quedaréis en calzoncillos
cuando comparéis vuestra patria y la nuestra. Que no, tío, que la
tuya es una mierda, no te engañes. Ey, tampoco me entiendas mal, la
tuya desde los años 50 o así es la que más ha molado con
diferencia. Te lo digo en serio. Mira mi videoteca si no me crees.
Pero la nuestra ahora mola más. Se ha
derrumbado, así que ahora podemos construir la que nos dé la gana.
La tuya, de buena que es, no se cae ni a tiros, pero claro, eso te
obliga a vivir dentro de las mierdas jodidas que el capitalismo ha
acumulado durante los años. ¡Ah! ¡Te jodes! ¡Por tanto Netflix!
Así que nada, nosotros somos Man of
steel, el hombre, y vosotros sois Superman, el tío con un pijama de
la bandera de Estados Unidos. Todavía hay clases, niños. Que esto
es de piedra.
Es lo bueno y lo malo de España. Que
es de piedra.