viernes, 12 de agosto de 2016

Madworld


¡Experimental! ¡Transgresor! ¡Uuuuuuuuh! ¡Cómo nos ponéis de pino el rabino, amigos! ¡Chassss! ¡Zasssss! ¡Y encima se parece a Sin City de Frank Miller! ¡Uuuuuuuh Frank Miller! ¡Has nombrao a Dios Padre! ¡Menudo eres! ¡No te andas con petarditos pequeños! ¡Tú sacas el cañón de entrada!


Mira, nene, a mi Frank Miller me come la polla, ¿entiendes? Ahí, como una perra, como lo que es. ¿Que no tengo respeto a los clásicos? Sí y no. Respeto a Esopo. Respeto a... Mmmmm. ¡A Jesús! A Jesús le respeto.


Pero así respetar por respetar, no, claro que no. ¿Qué te crees, que soy tonto, como tú? Anda, calla la puta boca. Que me tienes contento.

Yo respeto a Selena Gómez, aunque no te lo creas. Ya, yo un poco tampoco me lo creo. Pero su dulzura tiene un buqué muy especial. No es lo mismo un Bony que un Tigretón. El Tigretón es mejor.


Miley Cyrus sería el Bony. Está bueno, pero ese jarabe de color rojo ahí en medio, tan dulzón, tan exagerado... Mñeeeeeee... ¡Miley! ¡Qué puta eres, joder! ¡Es que te pasas!

¿A quién más amo? Amo a Porta. Las pelotas de ese chaval tienen mucho que decirnos a todos. Más en la forma que en el fondo. Ese tío es un malabarista de lo exquisito. Tiene el más grande de mi respect.


¿A quién más respeto? Respeto a Peter Bagge. ¡Bueno, no sabes cuánto le respeto! Si yo fuera Peter Bagge, no sé, estaría contentísimo. Ese tío es como, no sé, como la polla con cebolla. Es que es molar mucho, Peter Bagge me acojona. No puedo hablar ahí de él de cualquier manera.


Me firmó un autógrafo en un Saló del Comic. Me dibujó a un Junior, captando que yo soy bastante Junior. Sí lo soy, Pete.

Otro que me firmó un autógrafo es Álvarez Rabo. ¡Cómo respeto a este pájaro! ¡Qué lince! ¡Qué espabilao! ¡Cómo me gusta su rollo “hago los comics con el rabo”! ¡El fondo sobre la forma en plan ahí ya definitivo! ¡Te pone el tío al final del tebeo lo que le ha costado hacerlo y se pone la meta de hacerlo cada vez más rápido! ¡Jajajajaja! ¡Qué cabrón! ¡Qué tío!


Pues claro que a ese tío le respeto. Más que a ninguno.

Respeto al Tío Gilito. A mi, como a él, me chifla el dinero y, como él, no lo escondo ni un solo momento. Yo, si fuera físicamente posible (y económicamente) me haría una piscina de monedas como la suya. Dicen que no se puede nadar en una piscina de monedas, pero yo estoy dispuesto a intentarlo.


Sí, también valen personajes de ficción. También tienen alma. ¿Eres idiota?

Respeto a... Mmmm... ¡A Norykko! ¡La novia de Santaflow! Unos colegas del Porta este, que me tienen enganchadísimo a sus culebrones de adolescente. Son la polla. Qué tiernos. Son como ese pollito hervido.


¡Respeto a Lady Gaga! ¡Joder, si la respeto! ¡Puta Lady Gaga! ¡La madre que la parió! ¡Pero qué torbellino! ¡Pero dónde vas, chica, cuidado no te vayas a matar!

A Lady Gaga, no sé, me gustaría ser amigo de ella. Para que se serene. Yo soy ese estandarte que está buscando. Yo te doy mi virilidad y tú la mitad de tus millones. ¿Hace?


Así que, tío, no digas que “yo no respeto”. Yo no respeto, en todo caso, a piezas como tú. Que eres un idiota y no te lo ha dicho mamá. Pues sí, querido, eres un idiota. ¿Qué le vamos a hacer?

¿Cómo te voy yo a meter a ti en este Olimpo de los Dioses que tengo formado? ¿Pero no ves que tú aquí sobras por lo viejo que eres, por lo amargado que estás, por lo poco que molas, en definitiva? No, tío, fiesta privada, largo de aquí.


No queremos peleles.