Este es uno de esos juegos que hice de
puta madre en comprar. Te cuento.
Como bien sabes, la llegada de la
Playstation a mi me hizo apartarme de los videojuegos, como le pasó
al Angry Video Game Nerd. O sea, que siento que estoy dentro de un
halo místico de grandes personas, de grandes genios. A las pruebas
me remito.
Sin embargo, pues oye, como tú te
sentiste parte de la movida de los recreativos no querías que
aquello desapareciese así, de la noche a la mañana. Así que
intentabas (vamos, intentaba yo) pillarle el rollo a alguna de
aquellas nuevas maquinitas de polígonos. Al Daytona le pillé el
rollo, al... Bueno, a pocos más. Yo soy un chico 2D.
A uno que intenté pillárselo porque,
oye, yo medio pilotaba el Street Fighter así medio bien, un poco,
fue al Tekken. Coño, si piloto el Street Fighter aquí lo tengo todo
medio hecho, ¿no? Tampoco será tan distinto, ¿no? Mmmmmmm.
Una cosa que me rallaba de la oleada de
clones del Street Fighter que llegaron detrás de él era el
empecinamiento por diferenciarse en los controles. A ver, tíos,
Street Fighter funciona de puta madre. ¿Por qué poner la acción de
cubrirse en un botón en vez de dándole al mando para atrás, como
te sale de natural, como les dio por hacer en Mortal Kombat? Son
ganas de tocar los cojones, son ganas de hacerse el diferente cuando
no lo eres en absoluto. Tío, se te han adelantado y lo han hecho
mejor que tú, acéptalo. Sé humilde y sigue la senda recta, que es
la que ellos han marcado. Así hace un hombre.
En el puto Tekken hicieron lo mismo.
-Ah, otro Street Fighter, ¿no?
-¡Nononononono! ¡Este es MUY
DISTINTO! ¿Ves? En este hay cuatro botones, uno para cada extremidad
del luchador. Puño derecho, puño izquierdo, patada con la izquierda
y patada con la derecha. ¡MUY DISTINTO!
Vale, vale.
A mi eso, mira, me ralla. Se nota que
es una idea nacida de “¿Cómo podemos diferenciarnos de Street
Fighter?” en vez de “¿Cómo podemos hacer un juego de lucha que
mole?”. Cuando te haces la segunda pregunta lo que haces es un
juego exactamente igual que el Street Fighter, porque es el mejor,
sólo que cambiando los personajes y los movimientos y poniendo los
que te molen a ti. Ya está. No te flipes. Capcom lo hizo antes y
mejor que tú.
Aún con todo, el paso del tiempo ha
mejorado a Tekken. De aquel Frankenstein mercadotécnico ha resultado
una saga con un estilo de lucha con mucha personalidad, como a veces
pasa en la cultura pop. Aunque Monster y Rockstar son burdas copias
de Red Bull hay que reconocer que en su burdez hay personalidad, y
mucha. Así que se les perdona. La cultura pop tiene estas cosas,
retorcidas, asquerosas, infrahumanas. A Tekken le pasa igual.
Así que Tekken está bien, aún con
todo lo dicho, todo lo escupido. Los saltos no sirven para casi nada,
como en las peleas de verdad. Cuentan más las hostias como panes,
como en las peleas de verdad. Los personajes son más lentos, como en
las peleas de verdad y en este Tag Tournament peleas dos contra dos,
como suele ocurrir en las peleas de verdad. Total, que Tekken
podríamos decir que es “más realista” que Street Fighter,
aunque a mi eso me parece como decir que, no sé, que un Hummer es
mejor que un Rav4. No, tío, lo que es el Hummer es una macarrada, el
mundo podría pasar perfectamente sin los Hummer. Pero no podría
pasar tan fácilmente sin los Rav4. Con Tekken con respecto a Street
Fighter pasa lo mismo.
Así que nada, aquí me tienes,
intentando pillarle la lógica interna a un juego que me temo que no
la tiene. Lo único que hago es dar dos veces adelante+patada y el
personaje que me pille suele dar una hostia que te cagas que quita
media vida. Nada de brillantes partidas de ajedrez como pasa en
Street Fighter, no. Aquí es endiñar la hostia y ya está, no sé,
es como para tontos.
Pero bueno, también me lo parece
Monster y me acabo de meter uno.