sábado, 13 de agosto de 2016

Tetris


Rusia mola. No te dejes engañar. Rusia mola mucho. Los conflictos esos que hubo hace poco en un país de esos que no recuerdo del este lo dejó bien claro. Mira, tú aquí chupando de la teta del capitalismo y esa peña luchando con fuego por su dignidad. No me compares contigo, sales perdiendo.


Rusia mola mucho. Sólo porque sean “los otros” ya mola. “Los otros” son los que molan siempre. Si lo que se lleva son los Rolling los que molan son los Beatles, si es al revés, al revés. La molonidad siempre está de parte del débil. Ese es su rasgo principal.


La molonidad sirve para que el mundo siga avanzando. Para que todo esté en orden. Donde haya una injusticia, allí estará la molonidad. Como ves, de superficial esto no tiene nada. Esto es muy serio.

Lo molón lo es porque no se va con lo fácil. Lo molón lo es porque pelea fuerte. Porque planta cara. ¡Coño, eso es la definición de molar! Rebelde sin causa, Conan... Todos son guerreros. Los molones somos los guerreros más peligrosos del mundo, porque no conocemos el fin de nuestro viaje. Es eterno, cielo y tierra pasarán más nosotros no pasaremos jamás.


Esa es nuestra dicha, amigo.

¿Desventajas? Pocas, en realidad. A veces estamos sin recursos, pero eso forma parte de nuestro camino. Cuando no estamos en primera plana es porque estamos preparando algo espectacular, así que ten paciencia, por favor. No lo vayas a echar todo a perder ahora por un caprichín de los tuyos.

La fama no nos gusta. La necesitamos, pero no nos gusta. Es muy como de fan, como de chica que se te cuelga del cuello. No sé. No es nuestro objetivo principal. Ya, ya sé que el tuyo sí. No me lo jures.


La pasta está bien, pero no es la clave. La clave es el molar, la pasta en todo caso es un adorno para nuestra enormidad. Mientras la pasta sume al proyecto y no reste, estará bien. Pero el proyecto es más importante que la pasta. Ya, ya sé que esto a ti también te flipa. Ya ves, tío, no todos somos como tú. No, ya me imagino que tú vas por la pasta a muerte. ¿Por qué vas a ir si no, si no tienes nada que ofrecer? Coño, pues trinca. Yo haría lo mismo, ya te digo.

Afortunadamente no tengo que hacerlo.


Si tienes que comer raíces las comes, pero no te vendes al mejor postor. Eso sería como clavar una daga en el centro de lo mejor que tienes para ofrecer. Y eso, naturalmente, no es posible. Opción no computable, amigo.

¿Ves cómo mola todo lo que te estoy contando? Porque esto es the shit tío, tú lo sabes y yo también. Esto es por lo que merece la pena todo. Cuanto más te pongas las botas de esto más vives. Palabra.


¡Tranquilo! ¡Yo tengo todo el alimento que necesitas! ¡Procesado adecuadamente para tu paladar y tu estómago! ¿En qué te crees que empleo las noches? En mejorar la receta. Me doy un paseo por las calles y siento el pulso de la movida. Me doy un paseo por Internet y siento el pulso de la movida. No, no hace falta nada más. Con esos dos inputs tienes más que suficiente.

Supongo que yo quiero molar mucho. Eso sí es verdad. En eso te doy la razón. Yo quiero molar hasta que el corazón sea eterno. Hasta que no tenga que mirar a otro lado. Que sea la molonidad la que me lleve, porque es la eternidad. Dejarte a ti y a todos atrás porque sois más lentos que yo. ¡Adiós! ¡Me voy en este rayo de luz blanca!


Esa es la molonidad.