jueves, 11 de agosto de 2016

Tron Legacy


“Uy, un remake, qué mierda. Los remakes son una mierda”. Seguridad. Saquen a ese hombre de aquí.


Es que me tengo que poner un poco serio, porque si no aquí se me mete cualquier indocumentado y eso sería malo para todos.

Espero que me comprendan.

Tron Legacy es el remake de Tron que me la vi el otro día y todavía sigo flipando como la primera vez. La primera vez fue muy cultureta para mi y me aburrió. Pero como la informática ahora ya está mucho más desarrollada somos capaces de entender lo grande que era lo que allí se planteaba.

Demasiado tiempo. Siempre sueño con hacer algo “adelantado a mi época” pero es que esperar tanto es una putada.


Esta peli va de que es un mundo virtual donde Clue, o Clu, no sé, se ha vuelto un poco pirado y se ha cargado a todos los programas que son más parecidos a los humanos, porque son intuitivos y por eso su potencial creativo es tan enorme. Vamos, lo típico, que el chungo sin polla y sin imaginación somete a los que tienen de sobra de todo. Como el niño mimado que se las ingenia para que todos estén mirando para él. Un patético.

Y el hijo del creador de ese mundo cae de casualidad en él y se ve metido en las movidas que allí pasan. Encuentra a su padre que se había quedado atrapado en el mundo virtual y se vuelven a hacer amigos. Todo muy bonito.

Lo mejor de esta peli es el diseño, porque es un mundo precioso. Como dijo uno de los diseñadores en el disco de extras, el mundo de Tron es la luz. Es como todo oscuro con haces de luz. Vamos, un puto pasote.

La primera peli, que todos los gráficos estaban generados por ordenador (con tu viejo 486), estaban tan bien generados que la crítica se pensó que estaban dibujados, pero no, es que así de planos y de bonitos les habían quedado los colores. Y hoy que andan desesperados por hacer el juego cell shading perfecto... Tomad nota, hijos de puta.


Esto también lo he visto en el disco de extras.

Y nada, una puta pasada de peli. Salen Daft Punk ahí pinchando sus muvis en la disco del mundo de Tron, propiedad de un tío raro que se supone que me tendría que caer bien por lo divertido pero me cae mal por lo hijo de puta.

Luego la piba que se enamora del prota es una pasada de piba. De esas con las que hay que quedarte si te las encuentras por la vida.

Ay, Señor. Qué voy a hacer con las mujeres.

Tron Legacy está guay, te la superrecomiendo que la tengas, pero, chico, es que lo de las pibas pesa más. ¡Es que todas tienen su aquel! ¿Cuál es el secreto?

Mi método hasta ahora es ir probando hasta que la que tenga que ser caiga por su propio peso. Uuuuuuy, tú casi bien pero te falla esto. Nada. Otra.


Uuuuuuuy, tú me encantas por esto, pero es que en esto otro, tía, eres lo peor. Pasando de tu puto culo.

Y así hasta que me quede con la aguja de oro que se esconde bajo el pajar. ¿No?

Es mi método para todo en la vida. Todo lo hago así. Por eso mi rayo láser es tan, tan potente. Porque no permito que se manche la punta.